viernes, 1 de noviembre de 2013

Sin escapatoria ~cap 14

         Miles de sensaciones me invadieron por completo más un calor insoportable en mi abdomen. Sus labios era adictivos, me besaba de forma tan apasionada que pensaba que no lo resistiría. Un gemido se ahogo en nuestro ósculo cuando sentí su mano sobre uno de mis pechos y lo masajeaba, nuestras lenguas se entrelazaban en la boca de la otra, sentí como una de sus manos tomaba mi muslo y lo levantaba para luego acercarse más –si es que era posible-. Dejo mis labios para descender por mi cuello cuando unos toquidos nos devolvieron al mundo real.
         --Alicia, no quiero interrumpir lo que sea que estén haciendo allá adentro pero Alex se esta empezando a enojar, dice que la comida se va a enfriar y que están gastando mucha agua –reconocí la voz de Andrea al otro lado de la puerta. Que inoportuno.
         --Al parecer nos interrumpieron –vi como alargaba su mano hasta las perillas de la ducha y cortaba el agua –ya veremos si podemos continuar, por ahora será mejor que nos sequemos o vendrán por nosotras y esta vez no van a tocar, van a entrar.
         No podía articular palabra alguna, estaba demasiado excitada y frustrada porque nos habían interrumpido, pero ¿de verdad me habría gustado tener mi primera vez en el baño que fue de mis padres? Una vez que nos salimos nos secamos mutuamente y nos vestimos, pero antes de salir del baño me vi nuevamente acorralada entra la pared mientras Val me besaba.
         --Te amo, Al
         --Yo igual te amo, Val.
         Cuando bajamos nos ganamos varias miradas cómplices que nos hicieron sonrojar a ambas pero no se toco el tema mientras comíamos, lo cual enserio se los agradecí, no tenia ganas de explicar algo que yo apenas estaba empezando a entender. Una vez que terminamos de cenar se repartieron las camas; en mi casa habían dos camas matrimoniales y 4 camas individuales, y como si mis amigas lo hubieran planeado mientras nos estábamos bañando Val y yo las camas ya habían sido designadas: Andrea, Alex y Jack dormirían en la cama de mis padres porque era la mas grande y Jack no quería dormir solo, Nicole y  Fernanda dormirían en las camas de huéspedes, aunque estaba casi segura que terminarían usando solo una cama, y Val y Yo dormiríamos en mi habitación. Aunque mi cama no era muy grande al ser de 1 plaza ½ podían dormir perfectamente 2 personas, aunque eso no quitaba el hecho de que me diera vergüenza el dormir con Val. A ella no pareció molestarle mucho el asunto, hasta creo que estaba satisfecha y –porque negarlo- yo también.
         --Entonces esta decidido. Ya todo el mundo tiene su linterna y pilas de repuesto. Val hará la primera ronda de guardia, luego la relevara Andrea, mañana iremos al supermercado y sacaremos lo que mas podamos de las bodegas antes que alguien más lo haga y si ya es demasiado tarde tomaremos lo que podamos y seguiremos allanando casas para ver que podemos obtener ¿alguna duda?
         --Yo sí, ¿Quién te puso a cargo Alex?
         --Al, mi quería amiga el papel de líder me queda perfecto, además ahora estas demasiado ocupada como para liderar el grupo. Cuando puedas manejar un poco mejor tu nueva situación de “amorosa” podrás liderar otra vez.
         Con el rostro completamente rojo baje la cabeza y con la mirada busque a Val, ella también estaba sonrojada pero a diferencia de mi se le veía feliz, quizás porque todas se habían tomado muy bien el hecho de que “estuviéramos juntas” o porque dormiríamos juntas en mi cama o porque Alex había admitido que yo estaba enamorada de Val.
--¿Val, no hay problema con que hagas la primera guardia?
         --No hay problema.
Todas nos levantamos de la mesa para poder irnos a dormir, yo me ofrecí a lavar la bajilla aunque solo era una escusa para poder están unos minutos más con Val antes de que se fuera a hacer la guardia. Del mismo modo que en el almuerzo mientras yo lavaba Val me observaba sentada en una silla.
         --¿Ya te había dicho que eres hermosa? –me dijo Val mientras se levantaba y me abrazaba por la espalda.
         --Creo que me lo haz dicho un par de veces hoy –realmente disfrutaba de la sensación de sus abrazos.
         --Pues te lo digo otra vez, eres hermosa –me beso la mejilla –Bueno, tengo que ir a hacer la guardia.
         --¿Quieres que vaya contigo? –no quería que se fuera, quería que me tuviera entre sus brazos un poco mas de tiempo.
         --No, así está bien. Si llega a pasar algo vendré lo mas rápido posible para advertirles a todas para que salgamos de aquí, además no has dormido bien necesitas descansar –acaricio dulcemente mi mejilla para luego depositar un beso en mi frente.
         --Pero…
         --No discutas, cuando llegue de la guardia te despertare para que veas que nada paso pero tienes que dormir ¿hecho? –acaricio de forma gentil mi mejilla mientras yo solo cerraba mis ojos al contacto.
         --Está bien, pero me tienes que despertar.
         --Lo juro –beso mis labios de forma casta y salió de la cocina. Tomo el machete que estaba cerca de la puerta principal y salió a hacer la guardia.
Tendría que estar paseándose por el pequeño perímetro, quedarse un par de horas en cada portón para luego repetir el recorrido, a las 4 de la mañana seria el relevo hasta las  8 que sería el momento en el que saldríamos a allanar el supermercado. Sabía que nada pasaría pero aun así no estaba muy tranquila con el hecho de que Val estuviera a oscuras, sola durante 4 horas cuando de la nada puede salir una de esas cosas o que alguien entre en nuestro perímetro y le haga algo para poder llegar hasta nosotras. Definitivamente no podría dormir hasta que Val llegue.
Una vez que termine con la bajilla me fui a mi habitación, las demás ya estaban durmiendo, me coloque algo ligero para poder dormir y me metí en la cama, pero muy lejos de quedarme dormida. Me removía entre las sabanas, inquieta porque sentía que las horas pasaban muy lentas, casi torturándome. La ansiedad que sentía estaba haciendo que mi cuerpo liberara morfina haciendo que el sueño comenzara a vencerme, pero no quería dormir, quería estar despierta para cuando Val regresara y así poder dormir junto a ella. Con el inocente pensamiento de ambas durmiendo abrazadas finalmente el sueño me venció. No sé cuánto tiempo dormí, pero al sentir que alguien removía mi hombro desperté sobresaltada.
         --Calma, soy yo.
         --Dios, Val casi me matas del susto. ¿Cómo te fue?
         --Todo tranquilo ¿me haces un espacio?
Me hice a la orilla para que Val se desvistiera y se acostara, solo se quedo con los bóxer y la polera que traía puesta. Cuando se acostó me acomode sobre su pecho y me abrace a su cintura. Una vez que pude comprobar que estaba en perfecto estado solté un suspiro.
         --Me alegro que estés bien.
         --Eres bastante posesiva lo sabias, aunque me gusta… no recuerdo la última vez que alguien se preocupo tanto por mi como para no poder dormir.

Una parte de mi quería saber que sobre su pasado, que al parecer era mas doloroso de lo que pensaba en un principio. Me abrace aun mas a su cuerpo, disfrutando de las caricias que le regalaba a mi espalda. Pronto caí rendida por el cansancio físico y psicológico que tenía acumulado desde que todo esto empezó.
         Los molestos rayos del amaneces empezaron a colarse por mis cortinas llegándome en el rostro lo que hizo que llevara mi brazo para poder evitar la molesta luz. Abrí con pesadez mis ojos solo para ver a Val abrazada a mí. Se veía como una pequeña niña buscando protección; se le veía tan serena así durmiendo, al parecer solo cuando duerme se le nota que es menor que yo. Removí un par de mechones rebeldes que caían sobre su frente y acaricie su rostro. La escuche gruñir, no tenía ni la más mínima intención de despertar.
         --Val –la llame –Val es hora de despertar –volvió a gruñir y se apego mas a mi – ¡Val! –nada, ni se movió. Ok, plan B.
         Trate de salirme de la cama pero el agarre de Val se hizo mas fuerte. Si no la lograba despertar alguien vendría y nos vería así, si es que ya no nos habían visto. Ahora si moriría de la pena. No funcionaba…plan C. Roja, acerque mi rostro al de ella y la bese en los labios, sentí como poco a poco me correspondía hasta que me separe. Lentamente abrió los ojos.
         --Demonios, otra vez estoy soñando –volvió a cerrar los ojos y hundió su rostro entre mi mandíbula y mi cuello.
         --Si te vuelves a dormir será la última vez que te despierte así –le advertí molesta porque no había reaccionado como yo quería.
         --¿Ah? Espera, ¿no es un sueño?
         --¿Ya habías soñado conmigo, Val? –le pregunte de vuelta sonriendo con burla.
         Vi como sus ojos se abrían hasta el punto de quedar completamente abiertos, tanto que parecían ser redondos y como bruscamente se ponía completamente roja. Se veía adorable. Volví a besarla para sentir como sus labios se movían junto a los míos.
         --Por si te quedaban dudas de si era un sueño –completamente avergonzada. –Ahora sí, levántate que tenemos cosas que hacer.
         --No quiero –de algún modo termine bajo el cuerpo de Val –además apenas son las 6, nos queda al menos una hora para que las demás se despierten, además a un tengo sueño.
         Se recostó sobre mí y volvió a cerrar los ojos, sentí como me abrazaba y como su respiración se volvía pausada. Se había vuelto a dormir. Yo ya no me podría dormir otra vez hasta –tal vez- la tarde, la envolví en mis brazos y deje que descansara, seguramente quien sabe desde hace cuanto no se siente tan segura al dormir. No pude reprimir sonreír al pensar que yo le provocaba esa seguridad. Dirigí mi mano hasta sus cabellos y los empecé a acariciar.
         --Eso se siente bien –hablo dormida.
         A pesar de que era más alta que yo, que había vivido cosas que yo jamás en mi vida hubiera pensado en hacer y que fuera un poco más madura que yo seguía siendo una niña de 14 años. Estaba tan concentrada en Val que no note cuando Alex entro a la habitación.
         --¿Interrumpo? –dijo mientras reprimía su risa.
         --No realmente, Val aun está cansada y supongo que Andrea igual. Yo creo que sería mejor que solo fuéramos tú, yo, Nicole y Fernanda y que Jack se quede a cuidarlas.
         --No es mala la idea, aunque como pretendes quitártela de encima. No se ve que quiera soltarte –lejos de ser una burla o una broma lo dijo con un tono maternal.
         --Ya veré como me suelto, dile a las chicas que se preparen yo bajo en unos minutos –trate de soltarme pero Val se aferro más a mi pijama --…bajo cuando me suelte –admití derrotada.
         --Les diré a las demás.
         Una vez más trate de soltarme pero solo lograba que Val se aferrara más. A este paso tendría que quitarme la polera para poder soltarme; no quería llegar a ese extremo, pero al parecer no me quedaba de otra. De algún rodé para que Val quedara acostada en la cama y como pude me quite la polera, podía sentir como mi cara se ponía caliente por la vergüenza, lo bueno es que Val ni siquiera se dio cuenta de que yo me había soltado de su agarre. Tome una de mis poleras anchas que estaba sobre mi escritorio, los pantalones que me había puesto ayer y mis deportivas Nike y me vestí; aun era sorprendente que no haya notado mi ausencia. Cuando estuve lista trate de levantarme pero nuevamente me vi sobre la cama.
         --¿A dónde crees que vas? –aun estaba medio dormida así que sería fácil que se durmiera otra vez --¿Y bien?
         --Solo me vestí, aun es temprano saldremos en un rato más. Descansa –agarre sus manos para que no tomada mi polera y evitara que me fuera, y acaricie su cabeza
         --Bien –volvió a acomodarse y cerró nuevamente los ojos. Cuando estuve segura que estaba profundamente dormida me levante y baje las escaleras. Cuando baje todas estaban sentadas en la mesa del comedor.
         --Te tardaste, Alicia.
         --Es como una niña pequeña, no me quería soltar –admití avergonzada.
         --De acuerdo, Andrea dejo 2 autos listos en el portón frontal. Como Alicia y yo somos las únicas que sabemos conducir Nicole tú vendrás conmigo y Fernanda con Alicia –inicio Alex.
         --Dejaremos los autos lo más cerca de la puerta del local, tomaremos lo que más quepa en los carros del super y lo meteremos como podamos en los vehículos, o sea portaequipaje, asientos traseros y delanteros si es necesario –seguí yo.
         --Saldremos lo más rápido que podamos de ahí, sin hacer mucho ruido porque no sabemos si los necrófagos escuchan bien.
         --¿Necrófagos? –preguntamos todas a la vez
         --¿Qué rayos es eso? –pregunto Fernanda.
         --Llamarlos “cosas” o “eso” es incomodo además de raro y zombie suena a película de terror, así que pensé en ver una forma más cool de llamarlos. Aunque necrófago es la persona que se alimenta de cadáveres lo encontré irónico y me gusto.
         --Que simple eres Alexandra –hablo Andrea –En fin quiero ir a dormir, los candados del portón están abiertos, si me disculpan.
         --Espera, hay un detalle que no vimos antes. Necesitamos que alguien abra el portón y lo cierre, no podemos hacerlo nosotras perderíamos tiempo valioso y en ese lapso pueden atrapar a alguien.
         --Ok, yo abriré y cerrare. Tengo sueño –replico Andrea mientras se refregaba el ojo.
         --Creo que tengo energéticas a menos que te guste más el café.
         --Creo que un café me vendría de maravillas, hace frio afuera.
Cuando Andrea se bebió su café y le preparamos otro en una taza para que se lo llevara partimos hasta el portón frontal; le había dejado una nota a Val por si se despertaba antes de que nosotras llegáramos explicándole que no había querido despertarla porque la había visto muy cansada y que volvíamos pronto y que Jack estaba durmiendo en la habitación de mis padres. Cuando llegamos al lugar pudimos ver que habían algunos necrófagos rondando en el estacionamiento del local aunque no eran muchos los autos podían atraer a más.
--No son muchos pero puede que hayan más.
--Cambio de planes. Nicole y Fernanda irán contigo en el auto y yo eliminare a los que están en el estacionamiento. Luego volveré por el auto y las alcanzare –sugerí desenfundando mi machete.
--Mucho tiempo perdido, Alicia abre y cierra el portón mientras yo saco el auto y lo acerco hasta el super, luego volveré y las esperare, así Alicia no tendrá que volver y podría acabar con lo necrófagos –analizo Andrea –No soy muy buena conduciendo pero si pude preparar estos autos creo que podre llevarlo hasta la puerta.       
--Me parece bien, cuando ya no hayan mas necrófagos levantare el machete y ustedes se acercaran. Andrea quiero que tengas mucho cuidado cuando regreses.
--Tranquila, solo tengo que correr y en eso soy la mejor no por nada era miembro titular del equipo de atletismo de la escuela.

Abrí el portón para que ambos autos se pusieran en posición y cerré para que ninguno de los necrófagos pudiera entrar y poner en peligro lo que ahora era nuestro hogar. Me había puesto en el cinturón el sable de mi papá y tenia fuera de su funda el machete de mi abuelo, tenía miedo no podía negarlo pero si no habíamos esto ahora alguien se nos adelantaría y podríamos tener problemas después. Cuando di solo unos pasos me encontré con un par de necrófagos justo en la esquina, venían justo a donde estaban los autos, el ruido los había alertado. Pateé a uno de ellos para mandarlo al suelo mientras que le mandaba un corte al cuello al otro para poder decapitarlo; el cuerpo cayo inerte al suelo, sin cabeza aunque esta seguía tratando de morder algo. Aprovechando el que otro aun no se ponía de pie lo decapite en el suelo. Luego con el sable los aniquile atravesándoles de lado a lado la cabeza. Tenía que hacer esto en silencio o terminaría por atraer la atención de otros. Seguí avanzando hasta el estacionamiento donde repetí lo anterior unas 10 veces hasta que por fin acabe con el último. Revisé a mí alrededor y cuando estuve segura de que no habían más de esas cosas cerca les hice la señal a las chicas para que se acercaran. Cuando ya estuvieron frente a la puerta del local, estacionadas, volví a revisar si el ruido de los motores no había atraído la atención de mas necrófagos pero no fue así. Ahora venia el tema de los que podrían estar dentro, esta sería una misión bastante difícil.