domingo, 16 de marzo de 2014

Sin escapatoria ~cap 17

Sentia sus manos recorrer mi espalda, cintura, caderas y volvia a repetir el ciclo. Se podía volver una costumbre el que estuviéramos asi. Estaba recostada sobre el cuerpo de Val, mi cabeza descansaba en el hueco que hay entre el hombro y el mentón, sentía su aroma natural, era dulce, era tan…ella.
--¿Al, estas dormida?
--Aun no.
--Deberias descansar, te hara bien. Yo no me moveré de aquí.
--No quiero –me removí y volvi a acomodarme sobre su anatomía.
--Eres muy caprichosa –senti como besaba dulcemente mi cabeza.
--Asi me amas –le conteste sonriendo suavemente.
--Es cierto –Val bajo sus manos hasta dejarlas en mi cintura mientras la acariciaba.
Levante la vista y me encontré frente a frente con esos ojos oscuros que me habían hechizado desde el primer momento en que los vi. Queria besarla. Quería que me abrazara, que me tocara como lo hizo en el baño cuando tratamos de tomar una ducha, y por la forma en que sus ojos brillaban ella también quería lo mismo que yo, quizás lo quería más que yo.
         Cuando Val se me había confesado dijo que desde hace mucho tiempo yo le gustaba, pero no me dijo desde hace cuanto ¿Cuánto tiempo habrá sido? ¿Meses? ¿Años? No, años no creo. No llevo tanto tiempo viviendo en esta casa ¿Semanas?... ¿Por qué estoy pensando en eso cuando podría estar besándola a ella?
         Tratando de provocarla lamí mis labios de forma inocente y trague saliva, en ningún momento quite la vista de sus hermosos ojos. Me encanta su color. Sentí como sus manos se movían en mi cintura, parecía que estaba haciendo un puño y lo soltaba para volver a empuñar la mano. Se estaba conteniendo. Bese un par de veces su cuello, la sentí suspirar, levanto un poco el cuello para darme mas espacio el cual aproveche. Segui besando su delgado cuello hasta que llegue a su mentón. Me quede observándola unos segundos para impasientarla y resulto; ella no quería esperar. De un rápido movimiento Val cambio de lugar conmigo mientras me besaba con pasión. Sentía su lengua recorrer con libertar el interior de mi boca, yo le concedía esa libertad. Coloque mis piernas en sus caderas para poder sentirla de una forma mas completa pero no se acercaba a la forma en que habíamos hasta hace unos días en el baño. Una de sus manos se coló por debajo de mi polera, acaricio mi estomago, mi cintura y lentamente fue subiendo un poco mas hasta que rozó mi pecho. Suspire tan fuerte que tuve que romper el beso, lo cual Val aprovecho para poder besar mi cuello, su lengua recorria a sus anchas mi yugular. Dios, esto se sentía tan bien. No quería que nada en este mundo nos interrumpiera.
         --Al, te quitare esto –yo solo asentí y me senté para que ella retirara mi polera. Una vez fuera volvi a devorar sus labios.
         Val coloco nuevamente su mano en mi seno para poder tocarlo de forma suave y gentil. Yo menti mis manos por debajo de su musculosa y se la quite. Me quede mirando su cuerpo atlético, era hermoso, recorri apenas rozando con la yema de mis dedos sus hombros, su pecho y su abdomen.
         --Alicia, eres hermosa. No sabes lo afortunada que  me siento de tenerte asi. Te amo, Alicia. Te amo.
         --Tambien te amo Val. Tanto que te dare a ti, y solo a ti mi cuerpo, alma, corazón y vida. Nada ni nadie nos separara.
         --Te estuve buscando por tanto tiempo, aun no puedo creer que al fin te tengo entre mis brazos.
         --Pues empieza a creerlo, porque esta pasando.
         Volvimos a besarnos pero esta vez de forma mas pausada. Pude sentir como la mano dominante de Val bajaba por mi cuerpo, me recorria con tal lentitud que crei que iba a perder la paciencia en cualquier momento, hasta que llego al borde de mis pantalones. Gemi suavemente anticipándome a lo que vendría. Justo cuando sentí que el botón de mis jeans era aflojado una fuerte explosión se escucho a fuera.
         --¡Alicia, Val! –Alex entro a la habitacion –Siento mucho interrumpir chicas, de verdad, pero tenemos problemas. Un grupo de sobrevivientes intentan entrar por el porton del frente. Fernanda y Nicole ya fueron a ver si podían hacer algo.
         --¡¿Qué hicieron que?! –Val se alejo de mi y de inmediato sentí su ausencia –Al, vístete, tenemos que ir con las demás.
         Vi como Val se colocaba una polera distinta, esta era una polera polo que se encontraba en el suelo, y tomaba la pistola de mi padre. Me sentía frustada, mataria a los idiotas que habían interrumpido mi momento con Val… un momento, estuve apunto de…Oh por Dios. Estuve apunto de hacer eso con Val, no la llevaba conociendo ni una semana y le iba a dar algo tan importante: mi primera vez.
          Que demonios estaba pasando en mi cabeza.
         Ella me gustaba y mucho, la amaba pero no la conocía. No sabia nada de ella. Como se supone que puede gustarme, que puedo amarla sin saber nada sobre Val, seguramente ese ni siquiera era su nombre real.
         --¿Al? –sentí la mano de Val sobre mi hombro desnudo.
         --Ya voy, adelantate. –La vi titubear pero finalmente se fue corriendo a ver que sucedia en el porton principal.
         --¿Alicia? Se que es muy idiota que pregunte esto pero ¿estas…bien? Te noto algo…aparte de frustrada, confundida –Como se notaba que Alex me conocía muy bien.
         --¿Crees que podamos hablar una vez que solucionemos esto?
         --Por supuesto, para eso están las amigas.
         --Gracias.
         Tome la polera que había estado usando antes y salí de la habitación con Alex a mis espaldas; mientras íbamos bajando las escaleras me coloque la prenda y tome la escopeta que estaba justo al lado de la puerta. Iba a abrir la puerta cuando vi sobre la mesa del comedor un laser puntero. Lo tome y fui corriendo hasta la cocina donde tome la cinta adhesiva que siempre estaba allí. Los pegue y comprobé que el laser no se caia. Alex me esperaba en la puerta con el bate entre sus manos. Se le veía asustada y no era para menos, yo también lo estaba. Los necrófagos eran una cosa, pero los humanos eran una muy distinta. Más si se trata de hombres…no quería ni siquiera pensar en eso. Una vez que estuve lista salimos corriendo al lugar donde quizás mas de alguna persona moriría, solo esperaba que no fuera una de nosotras.
         Cuando estábamos por llegar escuchamos un disparo y el grito de un hombre junto con el chillido de terror de una mujer. Mire a Alex y pensé lo peor. Mire mi arma y me maldecí interiormente por no haber tomado las armas de vecino, un rifle habría sido mejor opción que una escopeta porque estas armas solo son efectivas si estas a una distancia cercana. Hice unas señas a Alex para que me siguiera en silencio.
         Aun estaba oscuro asi que ocuparíamos ese factor como una ventaja, los tipos que estaban en el porton no sabían cuantos eramos y que tanto sabíamos defendernos. Asechamos por las sombras hasta que llegamos a una distancia prudente, desde nuestra posición podía ver al menos a 4 hombres y 2 mujeres, venían en camionetas, no sabia si habían mas dentro y esperaba que no hubieran. Vi como 2 de esos intrusos tenían sometidas a Nicole y a Fernanda mientras las otras dos mujeres sostenían a Val arrodillada en el suelo. Busque con la mirada la pistola de mi Papá pero al parecer Val no la tenía encima. Entonces me espere lo peor. Uno de esos imbesiles tenia la pistola de mi papá.
         --Tenemos que acercarnos más. Desde aquí no puedo hacer nada.
         --Es muy peligroso.
         --Pero si no hago algo quien sabe lo que pueden hacerle a las demás. Voy a acercarme y tratare de ver quien esta a cargo, si lo elimino puede que tengamos una oportunidad. Escucha Alex, si algo pasa quiero que vayas por Jack y escapen de aquí.
         No le di tiempo para responder porque salí corriendo hasta una casa y aprovechando el impulso trepe y salte al otro lado. Por suerte no estaba con ropas muy coloridas asi que podía mimetizarme en la oscuridad. Me escondí en una casa esquina que me daba una vista panorámica del lugar; hasta hace muy poco el dueño de esta casa había hecho remodelaciones en la casa y había dejado un lugar que daba la sombra de la casa junto con un gran árbol que me ayudaba a ocultarme, yo podía verlos, ellos a mi no.
         --Lo preguntare por ultima vez chiquilla ¿Dónde esta su líder?
         --Y yo te lo vuelvo a decir idiota no-te-ne-mos, solo tratamos de sobrevivir que no entiendes –un hombre que no pasaba los 25 años se acerco a Val y la abofeteo.
         Estuve a punto de salir de mi escondite pero si salía y me agarraban estaríamos perdidos. Así que me contuve. Mordí mi labio para poder distraerme. Comprobé la munición que había traído. Solo tenía 10 cartuchos, ósea tenía 5 tiros. Y uno de ellos tenía el nombre de ese infeliz escrito.
--Cuida tus palabras maldita lesbiana. Odio a la gente como tu, son unos enfermos, pero yo sé cómo curarte esa enfermedad.
Los hombres empezaron a reír anticipando lo que se veía venir, las mujeres se veían algo incomodas, aunque era obvio, cualquiera estaría así si estuviera a punto de presenciar una violación.
         --Félix déjame probar a mi también, hace un dos semanas que no pruebo un buen polvo –otro tipo se acercó a Félix.
         --Tienes otras dos Bastian, ella es mía –se lamio los labios de forma morbosa y sonrió –Esto lo voy a disfrutar mucho y tú también, asquerosa lesbiana.
         Vi como el idiota se acercaba a Val y se soltaba el cinturón. Sentí como la ira se apodero de mí y ya no soporte más. Salí de mi escondite y con agilidad llegue hasta Felix coloque los cañones de la escopeta justo bajo su mandibula y jale el gatillo. La cabeza del idiota voló en mil pedazos. Una vez que cayo al suelo quebré la escopeta y la volvi a cargar para esta vez apuntar a Bastian y volví a disparar. Otro muerto. Quebré el arma y volvi a cargar el cartucho pero esta vez apunte a las camionetas, no los podía dejar escapar, cabia la posibilidad de que fueran un grupo mas grande y que informaran sobre nuestra posición. Volvi a disparar y las ruedas delanteras de ambas camionetas quedaron inservibles. Con calma me acerque al cuerpo de idiota que si quiera había pensado en abusar de MI novia, lo registre hasta que di con un arma muy familiar: la pistola de mi Padre.
         --Osaste a poner tus asquerosas manos sobre la posecion mas sagrada que tengo, maldito infeliz --Cargue el arma con la que me sentía mas comoda, me colgué la escopeta en el hombro y apunte a los hombres que tenían cautivas a Nicole y Fernanda –Si no quieren sufrir el mismo destino que sus compañeros les sugiero que las suelten o me vere obligada a disparar.
         --Estas en desventaja numérica enana. El hecho de que hayas matado a ese par de idiota no cambia nada –Hablo con chico de no mas de 20 años que tenia sujeta a Nicole.
         --Respuesta equivocada – dispare y le di en el hombro que lo hizo caer de rodillas al suelo –Tu, sueltala ¡AHORA!
         El otro era un chico de unos 17 años, este al parecer era mas inteligente porque solto a Fernanda y de forma lenta se coloco boca abajo en el suelo y puso ambas manos sobre la cabeza. Me voltee a ver a las muchachas que aun tenían cautiva a Val y con solo una mirada estas la soltaron.
         --Al suelo. No me hagan repetirlo dos veces.
         Las chicas imitaron al chico y se arrojaron al suelo. Quebré la escopeta y la cargue. Me acerque al tipo que se revolvía en el suelo de dolor y coloque mi pie sobre la herida.
         --¿Cuantos son? ¿Y que tan lejos esta tu grupo de aquí? Porque no me voy a creer que solo sean ustedes.
         --No te lo dire –a duras penas me contesto por culpa del dolor, lo mas probable es que le haya fracturado la clavícula.
         --Mala respuesta—comencé a presionar la herida hasta hacer aullar de dolor al hombre –Misma pregunta, responde o te vuelos los sesos –apunte los cañones del arma justo en su frente.
         --Matame.
         --Como tu quieras –sin siquiera pensarlo jale el gatillo pero el disparo nunca llego a su destino.
         Alguien me había sujetado por detrás y había desviado el tiro tomando el cañón del arma. Por puro instinto me voltee, librándome de su agarre tome la pistola que descansaba en mi pantalón y encañone a la persona que me había detenido. Pero cuando vi de quien se trataba lentamente baje el arma.

         --¿Felipe?