Miles de sensaciones me invadieron por
completo más un calor insoportable en mi abdomen. Sus labios era adictivos, me
besaba de forma tan apasionada que pensaba que no lo resistiría. Un gemido se
ahogo en nuestro ósculo cuando sentí su mano sobre uno de mis pechos y lo
masajeaba, nuestras lenguas se entrelazaban en la boca de la otra, sentí como
una de sus manos tomaba mi muslo y lo levantaba para luego acercarse más –si es
que era posible-. Dejo mis labios para descender por mi cuello cuando unos
toquidos nos devolvieron al mundo real.
--Alicia, no quiero interrumpir lo que
sea que estén haciendo allá adentro pero Alex se esta empezando a enojar, dice
que la comida se va a enfriar y que están gastando mucha agua –reconocí la voz
de Andrea al otro lado de la puerta. Que inoportuno.
--Al parecer nos interrumpieron –vi
como alargaba su mano hasta las perillas de la ducha y cortaba el agua –ya
veremos si podemos continuar, por ahora será mejor que nos sequemos o vendrán
por nosotras y esta vez no van a tocar, van a entrar.
No podía articular palabra alguna,
estaba demasiado excitada y frustrada porque nos habían interrumpido, pero ¿de
verdad me habría gustado tener mi primera vez en el baño que fue de mis padres?
Una vez que nos salimos nos secamos mutuamente y nos vestimos, pero antes de
salir del baño me vi nuevamente acorralada entra la pared mientras Val me
besaba.
--Te amo, Al
--Yo igual te amo, Val.
Cuando bajamos nos ganamos varias
miradas cómplices que nos hicieron sonrojar a ambas pero no se toco el tema
mientras comíamos, lo cual enserio se los agradecí, no tenia ganas de explicar
algo que yo apenas estaba empezando a entender. Una vez que terminamos de cenar
se repartieron las camas; en mi casa habían dos camas matrimoniales y 4 camas
individuales, y como si mis amigas lo hubieran planeado mientras nos estábamos
bañando Val y yo las camas ya habían sido designadas: Andrea, Alex y Jack
dormirían en la cama de mis padres porque era la mas grande y Jack no quería
dormir solo, Nicole y Fernanda dormirían
en las camas de huéspedes, aunque estaba casi segura que terminarían usando
solo una cama, y Val y Yo dormiríamos en mi habitación. Aunque mi cama no era
muy grande al ser de 1 plaza ½ podían dormir perfectamente 2 personas, aunque
eso no quitaba el hecho de que me diera vergüenza el dormir con Val. A ella no pareció
molestarle mucho el asunto, hasta creo que estaba satisfecha y –porque negarlo-
yo también.
--Entonces esta decidido. Ya todo el
mundo tiene su linterna y pilas de repuesto. Val hará la primera ronda de
guardia, luego la relevara Andrea, mañana iremos al supermercado y sacaremos lo
que mas podamos de las bodegas antes que alguien más lo haga y si ya es
demasiado tarde tomaremos lo que podamos y seguiremos allanando casas para ver
que podemos obtener ¿alguna duda?
--Yo sí, ¿Quién te puso a cargo Alex?
--Al, mi quería amiga el papel de líder
me queda perfecto, además ahora estas demasiado ocupada como para liderar el grupo. Cuando puedas manejar un poco
mejor tu nueva situación de “amorosa” podrás liderar otra vez.
Con el rostro completamente rojo baje
la cabeza y con la mirada busque a Val, ella también estaba sonrojada pero a
diferencia de mi se le veía feliz, quizás porque todas se habían tomado muy
bien el hecho de que “estuviéramos juntas” o porque dormiríamos juntas en mi
cama o porque Alex había admitido que yo estaba enamorada de Val.
--¿Val, no hay problema con que hagas la
primera guardia?
--No hay problema.
Todas nos levantamos de la mesa para
poder irnos a dormir, yo me ofrecí a lavar la bajilla aunque solo era una
escusa para poder están unos minutos más con Val antes de que se fuera a hacer
la guardia. Del mismo modo que en el almuerzo mientras yo lavaba Val me
observaba sentada en una silla.
--¿Ya te había dicho que eres hermosa?
–me dijo Val mientras se levantaba y me abrazaba por la espalda.
--Creo que me lo haz dicho un par de
veces hoy –realmente disfrutaba de la sensación de sus abrazos.
--Pues te lo digo otra vez, eres
hermosa –me beso la mejilla –Bueno, tengo que ir a hacer la guardia.
--¿Quieres que vaya contigo? –no quería
que se fuera, quería que me tuviera entre sus brazos un poco mas de tiempo.
--No, así está bien. Si llega a pasar
algo vendré lo mas rápido posible para advertirles a todas para que salgamos de
aquí, además no has dormido bien necesitas descansar –acaricio dulcemente mi
mejilla para luego depositar un beso en mi frente.
--Pero…
--No discutas, cuando llegue de la
guardia te despertare para que veas que nada paso pero tienes que dormir
¿hecho? –acaricio de forma gentil mi mejilla mientras yo solo cerraba mis ojos
al contacto.
--Está bien, pero me tienes que
despertar.
--Lo juro –beso mis labios de forma
casta y salió de la cocina. Tomo el machete que estaba cerca de la puerta
principal y salió a hacer la guardia.
Tendría
que estar paseándose por el pequeño perímetro, quedarse un par de horas en cada
portón para luego repetir el recorrido, a las 4 de la mañana seria el relevo
hasta las 8 que sería el momento en el
que saldríamos a allanar el supermercado. Sabía que nada pasaría pero aun así
no estaba muy tranquila con el hecho de que Val estuviera a oscuras, sola
durante 4 horas cuando de la nada puede salir una de esas cosas o que alguien entre en nuestro perímetro y le haga algo para
poder llegar hasta nosotras. Definitivamente no podría dormir hasta que Val
llegue.
Una
vez que termine con la bajilla me fui a mi habitación, las demás ya estaban
durmiendo, me coloque algo ligero para poder dormir y me metí en la cama, pero
muy lejos de quedarme dormida. Me removía entre las sabanas, inquieta porque
sentía que las horas pasaban muy lentas, casi torturándome. La ansiedad que
sentía estaba haciendo que mi cuerpo liberara morfina haciendo que el sueño
comenzara a vencerme, pero no quería dormir, quería estar despierta para cuando
Val regresara y así poder dormir junto a ella. Con el inocente pensamiento de
ambas durmiendo abrazadas finalmente el sueño me venció. No sé cuánto tiempo dormí,
pero al sentir que alguien removía mi hombro desperté sobresaltada.
--Calma, soy yo.
--Dios, Val casi me matas del susto. ¿Cómo
te fue?
--Todo tranquilo ¿me haces un espacio?
Me
hice a la orilla para que Val se desvistiera y se acostara, solo se quedo con
los bóxer y la polera que traía puesta. Cuando se acostó me acomode sobre su
pecho y me abrace a su cintura. Una vez que pude comprobar que estaba en
perfecto estado solté un suspiro.
--Me alegro que estés bien.
--Eres bastante posesiva lo sabias,
aunque me gusta… no recuerdo la última vez que alguien se preocupo tanto por mi
como para no poder dormir.
Una parte de mi quería saber que sobre
su pasado, que al parecer era mas doloroso de lo que pensaba en un principio.
Me abrace aun mas a su cuerpo, disfrutando de las caricias que le regalaba a mi
espalda. Pronto caí rendida por el cansancio físico y psicológico que tenía
acumulado desde que todo esto empezó.
Los molestos rayos del amaneces
empezaron a colarse por mis cortinas llegándome en el rostro lo que hizo que
llevara mi brazo para poder evitar la molesta luz. Abrí con pesadez mis ojos
solo para ver a Val abrazada a mí. Se veía como una pequeña niña buscando
protección; se le veía tan serena así durmiendo, al parecer solo cuando duerme
se le nota que es menor que yo. Removí un par de mechones rebeldes que caían
sobre su frente y acaricie su rostro. La escuche gruñir, no tenía ni la más mínima
intención de despertar.
--Val –la llame –Val es hora de
despertar –volvió a gruñir y se apego mas a mi – ¡Val! –nada, ni se movió. Ok,
plan B.
Trate de salirme de la cama pero el
agarre de Val se hizo mas fuerte. Si no la lograba despertar alguien vendría y
nos vería así, si es que ya no nos habían visto. Ahora si moriría de la pena.
No funcionaba…plan C. Roja, acerque mi rostro al de ella y la bese en los
labios, sentí como poco a poco me correspondía hasta que me separe. Lentamente
abrió los ojos.
--Demonios, otra vez estoy soñando
–volvió a cerrar los ojos y hundió su rostro entre mi mandíbula y mi cuello.
--Si te vuelves a dormir será la última
vez que te despierte así –le advertí molesta porque no había reaccionado como
yo quería.
--¿Ah? Espera, ¿no es un sueño?
--¿Ya habías soñado conmigo, Val? –le
pregunte de vuelta sonriendo con burla.
Vi como sus ojos se abrían hasta el
punto de quedar completamente abiertos, tanto que parecían ser redondos y como
bruscamente se ponía completamente roja. Se veía adorable. Volví a besarla para
sentir como sus labios se movían junto a los míos.
--Por si te quedaban dudas de si era un
sueño –completamente avergonzada. –Ahora sí, levántate que tenemos cosas que
hacer.
--No quiero –de algún modo termine bajo
el cuerpo de Val –además apenas son las 6, nos queda al menos una hora para que
las demás se despierten, además a un tengo sueño.
Se recostó sobre mí y volvió a cerrar
los ojos, sentí como me abrazaba y como su respiración se volvía pausada. Se
había vuelto a dormir. Yo ya no me podría dormir otra vez hasta –tal vez- la
tarde, la envolví en mis brazos y deje que descansara, seguramente quien sabe
desde hace cuanto no se siente tan segura al dormir. No pude reprimir sonreír
al pensar que yo le provocaba esa seguridad. Dirigí mi mano hasta sus cabellos
y los empecé a acariciar.
--Eso se siente bien –hablo dormida.
A pesar de que era más alta que yo, que
había vivido cosas que yo jamás en mi vida hubiera pensado en hacer y que fuera
un poco más madura que yo seguía siendo una niña de 14 años. Estaba tan
concentrada en Val que no note cuando Alex entro a la habitación.
--¿Interrumpo? –dijo mientras reprimía
su risa.
--No realmente, Val aun está cansada y
supongo que Andrea igual. Yo creo que sería mejor que solo fuéramos tú, yo,
Nicole y Fernanda y que Jack se quede a cuidarlas.
--No es mala la idea, aunque como
pretendes quitártela de encima. No se ve que quiera soltarte –lejos de ser una
burla o una broma lo dijo con un tono maternal.
--Ya veré como me suelto, dile a las
chicas que se preparen yo bajo en unos minutos –trate de soltarme pero Val se
aferro más a mi pijama --…bajo cuando me suelte –admití derrotada.
--Les diré a las demás.
Una vez más trate de soltarme pero solo
lograba que Val se aferrara más. A este paso tendría que quitarme la polera
para poder soltarme; no quería llegar a ese extremo, pero al parecer no me
quedaba de otra. De algún rodé para que Val quedara acostada en la cama y como
pude me quite la polera, podía sentir como mi cara se ponía caliente por la
vergüenza, lo bueno es que Val ni siquiera se dio cuenta de que yo me había
soltado de su agarre. Tome una de mis poleras anchas que estaba sobre mi
escritorio, los pantalones que me había puesto ayer y mis deportivas Nike y me vestí;
aun era sorprendente que no haya notado mi ausencia. Cuando estuve lista trate
de levantarme pero nuevamente me vi sobre la cama.
--¿A dónde crees que vas? –aun estaba
medio dormida así que sería fácil que se durmiera otra vez --¿Y bien?
--Solo me vestí, aun es temprano
saldremos en un rato más. Descansa –agarre sus manos para que no tomada mi
polera y evitara que me fuera, y acaricie su cabeza
--Bien –volvió a acomodarse y cerró
nuevamente los ojos. Cuando estuve segura que estaba profundamente dormida me
levante y baje las escaleras. Cuando baje todas estaban sentadas en la mesa del
comedor.
--Te tardaste, Alicia.
--Es como una niña pequeña, no me
quería soltar –admití avergonzada.
--De acuerdo, Andrea dejo 2 autos
listos en el portón frontal. Como Alicia y yo somos las únicas que sabemos
conducir Nicole tú vendrás conmigo y Fernanda con Alicia –inicio Alex.
--Dejaremos los autos lo más cerca de
la puerta del local, tomaremos lo que más quepa en los carros del super y lo
meteremos como podamos en los vehículos, o sea portaequipaje, asientos traseros
y delanteros si es necesario –seguí yo.
--Saldremos lo más rápido que podamos
de ahí, sin hacer mucho ruido porque no sabemos si los necrófagos escuchan
bien.
--¿Necrófagos? –preguntamos todas a la
vez
--¿Qué rayos es eso? –pregunto
Fernanda.
--Llamarlos “cosas” o “eso” es incomodo
además de raro y zombie suena a película de terror, así que pensé en ver una
forma más cool de llamarlos. Aunque
necrófago es la persona que se alimenta de cadáveres lo encontré irónico y me
gusto.
--Que simple eres Alexandra –hablo
Andrea –En fin quiero ir a dormir, los candados del portón están abiertos, si
me disculpan.
--Espera, hay un detalle que no vimos
antes. Necesitamos que alguien abra el portón y lo cierre, no podemos hacerlo
nosotras perderíamos tiempo valioso y en ese lapso pueden atrapar a alguien.
--Ok, yo abriré y cerrare. Tengo sueño
–replico Andrea mientras se refregaba el ojo.
--Creo que tengo energéticas a menos
que te guste más el café.
--Creo que un café me vendría de
maravillas, hace frio afuera.
Cuando Andrea se bebió su café y le
preparamos otro en una taza para que se lo llevara partimos hasta el portón
frontal; le había dejado una nota a Val por si se despertaba antes de que nosotras
llegáramos explicándole que no había querido despertarla porque la había visto
muy cansada y que volvíamos pronto y que Jack estaba durmiendo en la habitación
de mis padres. Cuando llegamos al lugar pudimos ver que habían algunos
necrófagos rondando en el estacionamiento del local aunque no eran muchos los
autos podían atraer a más.
--No son muchos pero puede que hayan
más.
--Cambio de planes. Nicole y Fernanda irán
contigo en el auto y yo eliminare a los que están en el estacionamiento. Luego
volveré por el auto y las alcanzare –sugerí desenfundando mi machete.
--Mucho tiempo perdido, Alicia abre y
cierra el portón mientras yo saco el auto y lo acerco hasta el super, luego
volveré y las esperare, así Alicia no tendrá que volver y podría acabar con lo
necrófagos –analizo Andrea –No soy muy buena conduciendo pero si pude preparar
estos autos creo que podre llevarlo hasta la puerta.
--Me parece bien, cuando ya no hayan mas
necrófagos levantare el machete y ustedes se acercaran. Andrea quiero que
tengas mucho cuidado cuando regreses.
--Tranquila, solo tengo que correr y en
eso soy la mejor no por nada era miembro titular del equipo de atletismo de la
escuela.
Abrí el portón para que ambos autos se
pusieran en posición y cerré para que ninguno de los necrófagos pudiera entrar
y poner en peligro lo que ahora era nuestro hogar. Me había puesto en el
cinturón el sable de mi papá y tenia fuera de su funda el machete de mi abuelo,
tenía miedo no podía negarlo pero si no habíamos esto ahora alguien se nos
adelantaría y podríamos tener problemas después. Cuando di solo unos pasos me
encontré con un par de necrófagos justo en la esquina, venían justo a donde
estaban los autos, el ruido los había alertado. Pateé a uno de ellos para
mandarlo al suelo mientras que le mandaba un corte al cuello al otro para poder
decapitarlo; el cuerpo cayo inerte al suelo, sin cabeza aunque esta seguía
tratando de morder algo. Aprovechando el que otro aun no se ponía de pie lo
decapite en el suelo. Luego con el sable los aniquile atravesándoles de lado a
lado la cabeza. Tenía que hacer esto en silencio o terminaría por atraer la
atención de otros. Seguí avanzando hasta el estacionamiento donde repetí lo
anterior unas 10 veces hasta que por fin acabe con el último. Revisé a mí
alrededor y cuando estuve segura de que no habían más de esas cosas cerca les
hice la señal a las chicas para que se acercaran. Cuando ya estuvieron frente a
la puerta del local, estacionadas, volví a revisar si el ruido de los motores
no había atraído la atención de mas necrófagos pero no fue así. Ahora venia el
tema de los que podrían estar dentro, esta sería una misión bastante difícil.