Capitulo 1: Me Deshago
Enserio pensé que después de mi época de soldier podría vivir tranquila. Me lo
habían prometido. “Ayúdanos y te
ayudaremos”. Pensé que era más inteligente. Esa chica...me preguntó si está
bien. Después de llevar a cabo la misión de forma “casi” exitosa no supe que paso con ella. Esos malditos me noquearon
y lo siguiente que supe es que estaba dentro de alguna estructura extraña,
estaba muy oscuro, mis ojos se acostumbraron a la oscuridad muy rápido gracias
al entrenamiento que me dieron esos malditos. Trate de liberarme para poder
salir, pero me di cuenta de que en lo que sea en que estaba se estaba moviendo,
rápido, muy rápido. ¿Dónde demonios me están llevando?
Mierda. Sentí un
gran choque. ¿Habíamos chocado? Sí que son estúpidos. Espera, no “chocamos”... choque.
Pronto unas extrañas luces verdes iluminaron todo, luego...¿el sol?
Estoy fuera. La
pregunta es ¿dónde es fuera? ¿Dónde carajos estoy?
Mire a mí alrededor para poder ubicarme ¿Arena? Estoy en una playa. Hay dos personas allí. Me di cuenta
que la más alta, una liberator apuntaba con su exter a una chica desarmada, di
una rápida mirada para ver si había alguien más, alguien que estuviera
acompañando a esa pequeña chica. No hay
nadie. Está desarmada y le están apuntando. Imperdonable. Me las ingenie para girar en el aire, tenía que llegar de cualquier modo al suelo, de
preferencia viva. Estaba cerca, sólo un poco más. Cuando por fin pise tierra
había caído justo donde quería: frente a la chica. Voltee para asegurarme que
estaba bien y ese fue mi error. Se veía
joven, quizás era menor que yo, guapa, muy linda, pelo rojo y ojos de un
curioso color, una mezcla entre miel y café, labios carnosos y rosados, blanca
y estaba sonrojada. Tierna.
-¿Q...Que pasa contigo? ¿Has ejecutado el drive? - habló la
liberator frente a mí, casi olvido que estaba ahí. Extendí los brazos a los
costados de forma protectora, no dejaría que le tocaran un pelo a esta chica.
-¿Eh? ¿Qué significa esto? ¿Son amigas?
-No, es la primera vez que la veo.
-¿Ah, sí? Bueno, qué más da. Que haya una más no cambia
nada… -Esta liberator...no me agrada
nada. -¡Te vamos a enseñar nuestro
poder!
Levantó su arm en contra nuestra, esta chica de verdad que
tiene problemas. Tome a la chica que se encontraba detrás de mí y me prepare.
Al momento de escuchar la ráfaga me tire hacia a un lado dándole la espalda a
la liberator, siempre usando mi cuerpo de escudo.
-¿Lo ha esquivado? ¡Toma! -las ráfagas de disparos se
volvieron más agresivas pero aún no eran algo que no pudiera manejar.
Seguramente estaba por debajo de mi nivel, muy por debajo. Me las ingenié para
esquivar todos los disparos sin desproteger a la más baja. Esta chica...ya me estaba comenzando a
cansar.
-¿Cómo?
-E...Esto...Me...Me duele...El pecho…
¿Qué le duele el
pecho? ¿¡Le llegó un disparo!? Una rápida mirada al cuerpo de la doncella
que tenía entre mis brazos me dio la respuesta: mi mano estaba en su pecho
izquierdo...y se lo estaba apretando con fuerza. Sentí como mi rostro se puso
caliente y la solté levantando las manos, como si hubiera cometido un crimen,
aunque se acercaba mucho. Había tocado el cuerpo de una chica menor que yo.
-¿Qué pasa, estamos en una comedia romántica? -Sentí un ruido
metálico extraño detrás. Su arm cambio. Un
lanza granadas. Esto no es bueno. -¡Toma! -no tengo tiempo para
tomar a la chica y esquivar. Si tan sólo ella estuviera aquí...quizás… esta
chica sea un Exter.
-Lo siento -me lance sobre ella y la bese. La bese
de forma tierna, un beso casto mientras la envolvían entre mis brazos, vaya que es pequeña. Y linda. Abrí un poco mis ojos para ver si
estaba bien, si no me estaba rechazando o si tenía miedo, pero parecía que
había perdido el conocimiento. Una luz nos envolvió y la chica se transformó en
una enorme espada. Pagaras por haber apuntado a una chica indefensa.
-¿Que está pasando? ¿Comándate? ¡Maldita! –vi mi oportunidad
cuando se distrajo con su comunicador; trató de apuntarme pero ya era tarde. Un
corte y la transformación desapareció.
Mire hacia las dos chicas que estaban en el suelo, desnudas.
Con un sólo ataque...o eran más débiles de lo que se veían o...esta chica, esta arm es muy fuerte. Casi
como yo.
La transformación se deshizo y la menor apareció entre mis
brazos. Estaba inconsciente. ¿Y ahora
qué? Mire a mi derecha, aún estaba
la opción del bosque. Seguir en la playa a la vista de todos no era una buena
idea, lo mejor sería que atravesáramos el bosque y esperar lo mejor. Vi una
chaqueta de gimnasia muy cerca de donde había estado la chica antes de que
llegara, luego de mirar su ropa asumí que era de ella, así que se la puse.
Luego de eso la cargue en mi espalda y me puse en marcha, que ligera.
El bosque parecía más seguro que la playa, había mucha
humedad en el aire, parecía que era un clima
tropical, así que agua no debería de ser problema.
-mmm… ¿Eh? Me has salvado...de esas chicas… ¿verdad?- ¿cómo
le explicas a una niña que estamos a
salvo porque tuve que excitarla? -Muchas gracias. Disculpa, ¿sabes qué
lugar es este? -sólo negué con la cabeza. Nunca fui alguien de muchas palabras.
-Ah, ya...perdona, pero puedo andar. Si me bajas… -psss. No creo que sea una
opción. Desde hace rato habíamos estado caminando entre serpientes.
-¡Ahhhhh! ¡Pausa, pausa, pausa! ¡Pausa en lo de bajarme! ¡Por favor sigue,
hasta que no haya serpientes! -Mente fría,
mente fría, men...dios, quédate quieta o no podré controlarme. Sentía como
se apegaba a mí y como se frotaba para estar más alto y alejada de las
serpientes, el problema es que si sigue así me iba a terminar excitando.
-¡Ahhhh! -mi mente se había puesto a divagar y había olvidado la situación
hasta que la sentí llorar en mi oído. Al parecer las serpientes no están
interesadas en nosotras, aproveche eso y corrí.
A trote rápido seguir por el bosque con la chica en mi
espalda, aún podía sentirla temblar, tenía su cara escondida en mi pelo. Ahora
que lo pensaba no sabía su nombre. Cuando me di cuenta ya estábamos fuera del
bosque así que hice el ademán de bajarla. Ella lo notó porque de inmediato
bajo.
-Gracias por todo -me dijo roja de vergüenza. Que linda. No dije nada, sólo asentí y
le indique que siguiéramos. Continuamos en silencio mucho tiempo, cada cierto rato me daba cuenta que quería
decir algo o estaba incomoda, pero no se atrevía. Quizás no estaba inconsciente cuando la bese y quiere hablar de eso.
-Esto… ¿A dónde nos dirigimos ahora? -voltee a mirarla. Vaya, así que eso la molestaba, que alivio. -No, no he dicho nada.
-volví a mirar al frente, pero no me duro mucho la indiferencia porque la
escuche sollozar. Mire nuevamente hacia adelante porque me había parecido ver
algo. Y así fue. ¿Un castillo? ¿Enserio? -¿Un
castillo? -vi cómo se adelantó y se volvió a verme -¡Seguro que allí vive
alguien! ¡Estamos salvadas! -volvió a correr en dirección a la gran estructura.
No me quedó de otra más que seguirla, quizás
si estemos salvadas. Seguimos corriendo hasta que estuvimos pasando un gran
puente y una gran puerta. Cuando atravesamos la puerta entramos aún gran salón,
pero...algo no está bien. -Esto… ¿Hay
alguien? ¿Es que no hay nadie? -Lo sabía.
Sentí una perturbación extraña en el
lugar y corrí hasta la chica para quitarla justo en el momento en que
unos muros se alzaban y nos dejaban encerradas. Abrace a la más baja protegiéndola.
Hasta que unos gritos de emoción me alertaron. En un balcón había al menos un
centenar de chicas con un uniforme que se asemejaba a uno escolar. Parecían
emocionadas. Parece un coliseo. -¿Qué?
Justo detrás de nosotras el piso de abrió y desde una
plataforma surgieron dos chicas. Una de ellas, la más baja, tenía herramientas
de sadomasoquismo puestas; collar, cadenas esposas y un bozal. La otra era
mucho más alta, usaba un parche en el ojo izquierdo, tenía la cadena de la
chica entre sus manos.
-¿Son las nuevas portadoras?
-¿Q...Que? -esto no me
gusta. Solté a la chica y me puse frente a ella.
-Es muy precipitado, pero vamos a empezar. Tengo tanto
resentimiento que me pica el cuerpo. -La más alta jaló la cadena y tiro al
suelo a la pobre chica -¡Ahí va! -comenzó a pisotear el trasero expuesto de la
que se encontraba en el suelo, pude ver como su cara de dolor y vergüenza pasaba
a placer. Una masoquista.
-¿Pero qué haces? ¡Para, por favor!
-Ah, no. No te equivoques. Esto es un tratamiento necesario.
Es que a esta chica…-la fuerza y violencia de la más alta hacia la más baja se
hacía más notoria y la excitación también. Esto
es malo. -Si no le hago eso no se excita. ¡Es tan masoquista…! -con un
último pisotón la chica llegó al límite. El orgasmo liberó su poder.
Una luz roja envolvió el brazo de la otra chica, estaba
segura de haber visto sangre y placer en su rostro. Una enorme arm se unió a su
cuerpo, a su brazo. Un enorme martillo.
-Eso...Es lo mismo de antes.
-Eres una perra que se va con cualquiera, pero eres una
buena arm. Y bien… ¿Empezamos?
-¡No! -Disparo hacia nosotras el martillo. Tome en mis
brazos a la pequeña y logre que saliéramos ilesas, por ese momento.
-¡No huyas! ¡Sácala! -volvió a arremeter contra nosotras
-¡Saca tu arm! -la fuerza de esta psicópata era mucha, podría asemejarse a la mía. La onda expansiva
me empujó pero pude cae sobre mi espalda, evitando que ella se lastimara. Me
puse de pie rápidamente porque vi como volvía a arremeter contra mí, pero esta
vez más directa. No quiero tener que
utilizar otra vez a esta chica, no es su culpa ser un exter.
Nuevamente nos atacó de forma directa, pero no alcance a
reaccionar bien y la onda expansiva me hizo soltar a la más pequeña. Levante la
vista y vi cómo se acercaba a la exter.
-Que sea tan fácil me irrita. -Tomo una cuerda de su arm y
la jalo. Del martillo salieron picos, picos muy afilados -¡Pero no está mal
arrasar! -vi como levantó la pesada arm en contra de la chica y antes de darme
cuenta corría hasta ella y la quite de la trayectoria del ataque –la abrace
protectoramente, tenía que encontrar una forma de salir de aquí.
-R...Rindámonos...Tal vez si nos disculpamos, nos perdona…
-mire hacia la chica del parche que se preparaba para atacar. Su sonrisa de
superioridad comenzaba a molestarme. ¿Disculparnos?
Esta chica aún no entiende la situación. No me queda de otra, o ambas tendremos
serios problemas.
-No.
-¿Eh?
-Eso no servirá de nada. Perdóname.
-¿Eh?
Tome su mentón fuerte
pero delicadamente y la bese. Lamí sus labios para que me diera acceso a su
boca. No había ningún signo de que se resistiera así que lo lleve más lejos,
teníamos poco tiempo. Baje el cierre de su chaqueta y levante su polera junto
con su brasier, abrí mi camisa y deje que mi pecho se tocara con el de ella.
Hice que nuestros pezones se rozaran para aumentar el placer. Dios, se siente tan bien. Podría
acostumbrarme a esto. Más, necesitó más. Mi mano viajó hasta sus piernas y
luego a sus pantaloncillos de gimnasia. Toque sobre la tela, justo a la altura
de su entrada, estaba muy húmeda, no quedaba mucho para…
-¡Kya! -la Sentí estremecerse entre mis brazos. La lleve al
orgasmo.
-Fusion trans. ¡Liberate arm!
Nuevamente una luz nos envolvió. Ella se había vuelto una
espada otra vez. Mierda. Estoy frustrada.
-¡No valdrá de nada que se hayan animado! ¡Menos ahora!
-levantó la pesada arm y disparo los picos hacia mí. Estaba cansada de escapar.
Ahora que tenía un arm acabaría con esto en este instante. Corriente hacia los
picos y los corte mientras esquivaba otros. -¡Que molestas son! -ya estaba
carca. Un corte. Y todo término. -¿Qué? ¡No puede ser! ¡Mi arm!
Una gran explosión envolvió a la chica y al arm. El
“público” parecía expectante. Seguramente pensaron que perderíamos. Tome entre
mis brazos el arm y espere a que se deshiciera la transformación. Cuando por
fin se deshizo la chica abrió los ojos y se miró las manos. Luego notó que la
tenía “abrazada” y se alejó a unos 10 metros de mí, estaba completamente roja,
luego notó que su playera y brasier seguían desacomodados, exponiendo su pecho
y los bajo para tapar su desnudez, sin preocuparse si se los acomodo bien.
-Tu...Me… ¿P...Por qué? - vi su cara de desconcierto,
vergüenza y tristeza, y sentí que lo que había hecho había sido lo peor, estaba
avergonzada de mi misma -Ha sido...mi primera vez…
-¡Ahh! –una de las chicas que estaba en el publico grito.
-¿Eh? ¿Cómo? ¿Qué?
-¡Mira, mira! ¡En el pecho dela chica dice “virgen”!
-¡Ahh!
-¿Que dices? ¡Qué frase tan fuerte! –otra chica desde
publico siguió con el gran descubrimiento. Luego me di cuenta que su nombre se
leía como Shoujo.
-¡N...No es verdad! ¡Es mi apellido, que se lee Tokonome!
¡No es “virgen”! -así que su nombre es
Tokonome y no shoujo (virgen) La audiencia comenzó a corear “shoujo” - ¡Que no, que no! ¡Que soy Tokonome!
No hay comentarios:
Publicar un comentario