sábado, 5 de diciembre de 2015

Valkyrie Drive Mermaid: Liberator ~cap 1~




Capitulo 1: Me Deshago

Enserio pensé que después de mi época de soldier podría vivir tranquila. Me lo habían prometido. “Ayúdanos y te ayudaremos”. Pensé que era más inteligente. Esa chica...me preguntó si está bien. Después de llevar a cabo la misión de forma “casi” exitosa no supe que paso con ella. Esos malditos me noquearon y lo siguiente que supe es que estaba dentro de alguna estructura extraña, estaba muy oscuro, mis ojos se acostumbraron a la oscuridad muy rápido gracias al entrenamiento que me dieron esos malditos. Trate de liberarme para poder salir, pero me di cuenta de que en lo que sea en que estaba se estaba moviendo, rápido, muy rápido. ¿Dónde demonios me están llevando?
Mierda. Sentí un gran choque. ¿Habíamos chocado? Sí que son estúpidos. Espera, no “chocamos”...  choque. Pronto unas extrañas luces verdes iluminaron todo, luego...¿el sol?
Estoy fuera. La pregunta es ¿dónde es fuera? ¿Dónde carajos estoy?
Mire a mí alrededor para poder ubicarme ¿Arena? Estoy en una playa. Hay dos personas allí. Me di cuenta que la más alta, una liberator apuntaba con su exter a una chica desarmada, di una rápida mirada para ver si había alguien más, alguien que estuviera acompañando a esa pequeña chica. No hay nadie. Está desarmada y le están apuntando. Imperdonable. Me las ingenie para girar en el aire, tenía que llegar de cualquier modo al suelo, de preferencia viva. Estaba cerca, sólo un poco más. Cuando por fin pise tierra había caído justo donde quería: frente a la chica. Voltee para asegurarme que estaba bien y ese fue mi error.  Se veía joven, quizás era menor que yo, guapa, muy linda, pelo rojo y ojos de un curioso color, una mezcla entre miel y café, labios carnosos y rosados, blanca y estaba sonrojada. Tierna.
-¿Q...Que pasa contigo? ¿Has ejecutado el drive? - habló la liberator frente a mí, casi olvido que estaba ahí. Extendí los brazos a los costados de forma protectora, no dejaría que le tocaran un pelo a esta chica. -¿Eh? ¿Qué significa esto? ¿Son amigas?
-No, es la primera vez que la veo.
-¿Ah, sí? Bueno, qué más da. Que haya una más no cambia nada… -Esta liberator...no me agrada nada. -¡Te vamos a  enseñar nuestro poder!
Levantó su arm en contra nuestra, esta chica de verdad que tiene problemas. Tome a la chica que se encontraba detrás de mí y me prepare. Al momento de escuchar la ráfaga me tire hacia a un lado dándole la espalda a la liberator, siempre usando mi cuerpo de escudo.
-¿Lo ha esquivado? ¡Toma! -las ráfagas de disparos se volvieron más agresivas pero aún no eran algo que no pudiera manejar. Seguramente estaba por debajo de mi nivel, muy por debajo. Me las ingenié para esquivar todos los disparos sin desproteger a la más baja. Esta chica...ya me estaba comenzando a  cansar.
-¿Cómo?
-E...Esto...Me...Me duele...El pecho…
¿Qué le duele el pecho? ¿¡Le llegó un disparo!? Una rápida mirada al cuerpo de la doncella que tenía entre mis brazos me dio la respuesta: mi mano estaba en su pecho izquierdo...y se lo estaba apretando con fuerza. Sentí como mi rostro se puso caliente y la solté levantando las manos, como si hubiera cometido un crimen, aunque se acercaba mucho. Había tocado el cuerpo de una chica menor que yo.
-¿Qué pasa, estamos en una comedia romántica? -Sentí un ruido metálico extraño detrás. Su arm cambio. Un lanza granadas. Esto no es bueno. -¡Toma! -no tengo tiempo  para  tomar a la chica y esquivar. Si tan sólo ella estuviera aquí...quizás… esta chica sea un Exter.
-Lo siento -me lance sobre ella y la bese. La bese de forma tierna, un beso casto mientras la envolvían entre mis brazos, vaya que es pequeña. Y linda. Abrí un poco mis ojos para ver si estaba bien, si no me estaba rechazando o si tenía miedo, pero parecía que había perdido el conocimiento. Una luz nos envolvió y la chica se transformó en una enorme  espada. Pagaras por haber apuntado a una chica indefensa.
-¿Que está pasando? ¿Comándate? ¡Maldita! –vi mi oportunidad cuando se distrajo con su comunicador; trató de apuntarme pero ya era tarde. Un corte y la transformación desapareció.
Mire hacia las dos chicas que estaban en el suelo, desnudas. Con un sólo ataque...o eran más débiles de lo que se veían o...esta chica, esta arm es muy fuerte. Casi como yo.
La transformación se deshizo y la menor apareció entre mis brazos. Estaba inconsciente. ¿Y ahora qué? Mire a mi derecha, aún  estaba la opción del bosque. Seguir en la playa a la vista de todos no era una buena idea, lo mejor sería que atravesáramos el bosque y esperar lo mejor. Vi una chaqueta de gimnasia muy cerca de donde había estado la chica antes de que llegara, luego de mirar su ropa asumí que era de ella, así que se la puse. Luego de eso la cargue en mi espalda y me puse en marcha, que ligera.
El bosque parecía más seguro que la playa, había mucha humedad en el aire, parecía que era un clima  tropical, así que agua no debería de ser problema.
-mmm… ¿Eh? Me has salvado...de esas chicas… ¿verdad?- ¿cómo le explicas a una niña que estamos a  salvo porque tuve que excitarla? -Muchas gracias. Disculpa, ¿sabes qué lugar es este? -sólo negué con la cabeza. Nunca fui alguien de muchas palabras. -Ah, ya...perdona, pero puedo andar. Si me bajas… -psss. No creo que sea una opción. Desde hace rato habíamos estado caminando entre serpientes. -¡Ahhhhh! ¡Pausa, pausa, pausa! ¡Pausa en lo de bajarme! ¡Por favor sigue, hasta que no haya serpientes! -Mente fría, mente fría, men...dios, quédate quieta o no podré controlarme. Sentía como se apegaba a mí y como se frotaba para estar más alto y alejada de las serpientes, el problema es que si sigue así me iba a terminar excitando. -¡Ahhhh! -mi mente se había puesto a divagar y había olvidado la situación hasta que la sentí llorar en mi oído. Al parecer las serpientes no están interesadas en nosotras, aproveche eso y corrí.
A trote rápido seguir por el bosque con la chica en mi espalda, aún podía sentirla temblar, tenía su cara escondida en mi pelo. Ahora que lo pensaba no sabía su nombre. Cuando me di cuenta ya estábamos fuera del bosque así que hice el ademán de bajarla. Ella lo notó porque de inmediato bajo.
-Gracias por todo -me dijo roja de vergüenza. Que linda. No dije nada, sólo asentí y le indique que siguiéramos. Continuamos en silencio mucho tiempo,  cada cierto rato me daba cuenta que quería decir algo o estaba incomoda, pero no se atrevía. Quizás no estaba inconsciente cuando la bese y quiere hablar de eso. -Esto… ¿A dónde nos dirigimos ahora? -voltee a mirarla. Vaya, así que eso la molestaba, que alivio. -No, no he dicho nada. -volví a mirar al frente, pero no me duro mucho la indiferencia porque la escuche sollozar. Mire nuevamente hacia adelante porque me había parecido ver algo. Y así fue. ¿Un castillo? ¿Enserio? -¿Un castillo? -vi cómo se adelantó y se volvió a verme -¡Seguro que allí vive alguien! ¡Estamos salvadas! -volvió a correr en dirección a la gran estructura. No me quedó de otra más que seguirla, quizás si estemos salvadas. Seguimos corriendo hasta que estuvimos pasando un gran puente y una gran puerta. Cuando atravesamos la puerta entramos aún gran salón, pero...algo no está bien. -Esto… ¿Hay alguien? ¿Es que no hay nadie? -Lo sabía. Sentí una perturbación extraña en el  lugar y corrí hasta la chica para quitarla justo en el momento en que unos muros se alzaban y nos dejaban encerradas. Abrace a la más baja protegiéndola. Hasta que unos gritos de emoción me alertaron. En un balcón había al menos un centenar de chicas con un uniforme que se asemejaba a uno escolar. Parecían emocionadas. Parece un coliseo. -¿Qué?
Justo detrás de nosotras el piso de abrió y desde una plataforma surgieron dos chicas. Una de ellas, la más baja, tenía herramientas de sadomasoquismo puestas; collar, cadenas esposas y un bozal. La otra era mucho más alta, usaba un parche en el ojo izquierdo, tenía la cadena de la chica entre sus manos.
-¿Son las nuevas portadoras?
-¿Q...Que? -esto no me gusta. Solté a la chica y me puse frente a ella.
-Es muy precipitado, pero vamos a empezar. Tengo tanto resentimiento que me pica el cuerpo. -La más alta jaló la cadena y tiro al suelo a la pobre chica -¡Ahí va! -comenzó a pisotear el trasero expuesto de la que se encontraba en el suelo, pude ver como su cara de dolor y vergüenza pasaba a placer. Una masoquista.
-¿Pero qué haces? ¡Para, por favor!
-Ah, no. No te equivoques. Esto es un tratamiento necesario. Es que a esta chica…-la fuerza y violencia de la más alta hacia la más baja se hacía más notoria y la excitación también. Esto es malo. -Si no le hago eso no se excita. ¡Es tan masoquista…! -con un último pisotón la chica llegó al límite. El orgasmo liberó su poder.
Una luz roja envolvió el brazo de la otra chica, estaba segura de haber visto sangre y placer en su rostro. Una enorme arm se unió a su cuerpo, a su brazo. Un enorme martillo.
-Eso...Es lo mismo de antes.
-Eres una perra que se va con cualquiera, pero eres una buena arm. Y bien… ¿Empezamos?
-¡No! -Disparo hacia nosotras el martillo. Tome en mis brazos a la pequeña y logre que saliéramos ilesas, por ese momento.
-¡No huyas! ¡Sácala! -volvió a arremeter contra nosotras -¡Saca tu arm! -la fuerza de esta psicópata era mucha,  podría asemejarse a la mía. La onda expansiva me empujó pero pude cae sobre mi espalda, evitando que ella se lastimara. Me puse de pie rápidamente porque vi como volvía a arremeter contra mí, pero esta vez más directa. No quiero tener que utilizar otra vez a esta chica, no es su culpa ser un exter.
Nuevamente nos atacó de forma directa, pero no alcance a reaccionar bien y la onda expansiva me hizo soltar a la más pequeña. Levante la vista y vi cómo se acercaba a la exter.
-Que sea tan fácil me irrita. -Tomo una cuerda de su arm y la jalo. Del martillo salieron picos, picos muy afilados -¡Pero no está mal arrasar! -vi como levantó la pesada arm en contra de la chica y antes de darme cuenta corría hasta ella y la quite de la trayectoria del ataque –la abrace protectoramente, tenía que encontrar una forma de salir de aquí.
-R...Rindámonos...Tal vez si nos disculpamos, nos perdona… -mire hacia la chica del parche que se preparaba para atacar. Su sonrisa de superioridad comenzaba a molestarme. ¿Disculparnos? Esta chica aún no entiende la situación. No me queda de otra, o ambas tendremos serios problemas.
-No.
-¿Eh?
-Eso no servirá de nada. Perdóname.
-¿Eh?
Tome  su mentón fuerte pero delicadamente y la bese. Lamí sus labios para que me diera acceso a su boca. No había ningún signo de que se resistiera así que lo lleve más lejos, teníamos poco tiempo. Baje el cierre de su chaqueta y levante su polera junto con su brasier, abrí mi camisa y deje que mi pecho se tocara con el de ella. Hice que nuestros pezones se rozaran para aumentar el placer. Dios, se siente tan bien. Podría acostumbrarme a esto. Más, necesitó más. Mi mano viajó hasta sus piernas y luego a sus pantaloncillos de gimnasia. Toque sobre la tela, justo a la altura de su entrada, estaba muy húmeda, no quedaba mucho para…
-¡Kya! -la Sentí estremecerse entre mis brazos. La lleve al orgasmo.
-Fusion trans. ¡Liberate arm!
Nuevamente una luz nos envolvió. Ella se había vuelto una espada otra vez. Mierda. Estoy frustrada.
-¡No valdrá de nada que se hayan animado! ¡Menos ahora! -levantó la pesada arm y disparo los picos hacia mí. Estaba cansada de escapar. Ahora que tenía un arm acabaría con esto en este instante. Corriente hacia los picos y los corte mientras esquivaba otros. -¡Que molestas son! -ya estaba carca. Un corte. Y todo término. -¿Qué? ¡No puede ser! ¡Mi arm!
Una gran explosión envolvió a la chica y al arm. El “público” parecía expectante. Seguramente pensaron que perderíamos. Tome entre mis brazos el arm y espere a que se deshiciera la transformación. Cuando por fin se deshizo la chica abrió los ojos y se miró las manos. Luego notó que la tenía “abrazada” y se alejó a unos 10 metros de mí, estaba completamente roja, luego notó que su playera y brasier seguían desacomodados, exponiendo su pecho y los bajo para tapar su desnudez, sin preocuparse si se los acomodo bien.
-Tu...Me… ¿P...Por qué? - vi su cara de desconcierto, vergüenza y tristeza, y sentí que lo que había hecho había sido lo peor, estaba avergonzada de mi misma -Ha sido...mi primera vez…
-¡Ahh! –una de las chicas que estaba en el publico grito.
-¿Eh? ¿Cómo? ¿Qué?
-¡Mira, mira! ¡En el pecho dela chica dice “virgen”!
-¡Ahh!
-¿Que dices? ¡Qué frase tan fuerte! –otra chica desde publico siguió con el gran descubrimiento. Luego me di cuenta que su nombre se leía como Shoujo.

-¡N...No es verdad! ¡Es mi apellido, que se lee Tokonome! ¡No es “virgen”! -así que su nombre es Tokonome y no shoujo (virgen) La audiencia comenzó a corear “shoujo” - ¡Que no, que no! ¡Que soy Tokonome!

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