sábado, 5 de diciembre de 2015

Valkyrie Drive Mermaid: Liberator ~cap 4~



Capítulo 4: Gouverneur

-Ya entiendo. Entonces esto es lo que pasa. ¡Ustedes estaban detrás de todo esto! ¡Lady Lady!-no sabía quién era esa Lady Lady, sólo sabía que era un dolor de cabeza para Charlotte y Kasumi por lo que eso la hace mi aliada. Al menos eso creó. El enemigo de mi enemigo, es mi amigo. Angie volvió al ataque, pero esta vez su objetivo no era yo. Las cuerdas salieron de su arm en dirección a la chica de la motocicleta. Ella era muy hábil, el arm que era la moto parecida una extensión de su cuerpo, reventaron todas las cuerdas. -¿Qué?
-¡Angie-sama! - dos chicas se acercaron a auxiliar a la Angie pero ella no tenía ninguna herida aparente.
-Te equivocadas, que impaciente.
-Entonces, ¿por qué estás aquí? -me sorprende la tranquilidad con la que Kasumi maneja la situación, a diferencia de Charlotte.
-Bueno, si tengo que decir algo...porque esas dos chicas son interesantes. ¿Cierto J? -mientras daba la explicación por la que nos ayudaba bajo de su arm y esta volvió a su estado humano, dando paso a un mujer adulta, extremadamente proporciona con cabello morado y muy poca ropa.
-Eso es, Rain.
-¿La moto es una chica?
-Arm -le corregí a mi compañera. ¿Qué demonios estaba pasando?
-Lady Lady. Las más estúpidas de toda Mermaid. Egoístas que sólo piensan en ellas. Por idiotas como ellas se decidió que las que tenemos poderes incompatibles con una vida en sociedad sean encerradas en esta isla.
-Ya nos apartaron.
-Precisamente por eso necesitamos mostrarle a los observadores que somos capaces de llevar una vida ordenada. Pasa salir de esta isla, para volver a la vida normal -¿Hay una forma de salir?
-Esa es la teoría de Welter ¿no?
-A nosotras no nos afecta -¿solo es un teoría? ¿O quizás tenga algo de verdad?
-Eso mismo. ¿De verdad existen eso observadores? -observadores o no quiero terminar con esto -Es un inventó para que las de Feste estén tranquilas…
-No sé qué tontería están diciendo.
-Tu…
-Mirei-san. -No quería preocupar a nadie, pero si esto no acababa pronto las demás se verán involucradas. Quizás las juzguen por receptación -Es la primera vez que las veo. Conocidas o no me es igual. No tengo nada que ver con ellas. Lo hice todo yo sola.
-Pero… ¡Mirei-san! -vi en la cara de Kasumi que no me creía del todo pero aceptó mi confesión de igual manera.
-Te llamas Shikishima-san ¿cierto? Si es así como dices, ven a Feste para que te escuchemos.
-¿Qué?
-Me da igual.
-¡Ingenua! ¡Qué ingenua eres Kasumi-san! Esa chica y las Lady Lady viven para vengarse de Welter -a esta mujer le está haciendo mal el tinte rosa de su cabello. -Es evidente que tenemos que actuar. ¡Castiguemos a las desordenadas! -De los demás blindados bajaron al menos 20 chicas, todas uniformadas. ¿Qué más quería de mí?, me estaba entregando para recibir un castigo que no me correspondía. Todas comenzaron con el “ritual” para activar el Driver. Esto no podía ser bueno; si bien podía con ellas, no podía con todas a la vez, no podía ejecutar el driver de ser necesario porque Tokonome-san  estaba muy lejos y ya no quería seguir involucrándola cuando ya sabía que no le gustaba la violencia. -¡Traigan a todas! -Lo sabía, quería involucrar a todas en Torino-san Town.
-¡Paren por favor!
-Sí, eres muy interesante -antes de darme cuenta Rain tomó mi rostro y me beso. Tenía una especie de cañón entre mis manos: ella había ejecutado el drive sola y se entregó como arm. -¿por qué? De cualquier modo, cuando deshaga el drive me encargare de ella. Me había besado frente a Tokonome-san y eso por alguna razón me molestaba.
-Úsala. Si no quieres morir. -J se veía muy tranquila a pesar de que su compañera me había besado y ejecutado el drive conmigo. No tenía pensado morir, así que usaría esta arm y luego me encargaría de esas Lady Lady.
Prepare el ataque y dispare un rayo muy potente que dio de lleno sobre Welter. Si bien ya me estaba hartando de todo esto no quería hacerle daño a nadie, por lo que no use toda la potencia, aunque no fue del todo necesario. El láser al parecer no era mortal, sólo deshizo las transformaciones. Había que admitir que el poder de Rain era sorprendente. Hasta Welter lo cree, se nota en sus caras.
-Ese es el golpe definitivo de Rain. Disarmament Booster.
-¿¡Como que golpe definitivo!? -cuando el orgullo se rompe varias veces llega el punto en donde no piensas con claridad: eso le pasó a Charlotte. Ella, a pesar de que sólo le quedaban las garras de la otra mano aún quería seguir luchando.
-¡Charlotte! -Kasumi también avanzó pero fuera de querer atacar quería detener la imprudencia de la otra mujer. Iba a volver a disparar pero J paso a mi lado y ejecutó el drive si ayuda, al mismo tiempo que Rain deshacía la transformación.
-¡Ese es el lazo que tenemos…J y yo! -Rain monto el arm y rompió las últimas garras de Charlotte. Usando la distracción que provocó la mujer Kasumi aprovecho para acercarse lo suficiente para poder atacar, pero si me arriesgo a decir que fue la misma arm, ósea fue J quien término de esquivar el ataque contra su Liberator. -Te enorgulleces de tus ataques sorpresas, pero es inútil, Shigure Kasumi. No puedes vencernos sólo con tu cuerpo.
-No sin una compañera -J deshizo la transformación y se ubicó a un lado de Rain. La confianza que se tenían era la razón por la cual eran tan fuertes. Quiero ser así de fuerte.
-¿Esa chica sigue huyendo de la realidad? Kenjo Hibiki
-¡No pronuncies...ese nombre!
-¡Alto!
-Esa voz…-¿un hombre? Estaba usando un pulcro traje blanco. Era apuesto, pero algo en él no término de agradarme. Tenía un aura extraña.
-Bueno, bueno, mira que vernos en este lugar.
-La cabeza de Welter, Gouverneur.
-El único hombre de Mermaid -así que si era un hombre. -Hiragi Akira -la presencia de este hombre hizo que el ambiente hostil que había antes, desapareciera parea dar paso a uno lleno de nerviosismo y excitación. El hecho de que sea el único hombre en una isla llena de mujeres debía ser la razón.
-Gouverneur –tanto Kasumi y Charlotte se acercaron hasta que dar a la altura del hombre.
-¿Para qué ha venido? –al parecer a Charlotte no le agradaba la presencia de ese tal Hiragi Akira.
-Para contaros la verdad -¿la verdad? ¿Acaso atraparon a Meifong?
-¿La verdad?
-Eso es. Aquí no está la delincuente que robo en Feste. Lo cierto es que la vi hace un rato, pero...consiguió escapar. Qué vergüenza. No merezco ser el Gouverneur de Welter.
-¿Fue eso lo que paso? –a Kasumi no le cuadraba que yo dijera que había sido la única culpable del robo y que ahora apareciera este tipo y dijera algo distinto.
-Pero la señal de mi marcador salía de aquí.
-La delincuente se lo vendió a estas chicas. Ellas también son víctimas.-Vi como ese Akira se acercaba a nuestra altura -Perdonen el susto que les hemos causado.
-N...no…yo, esto...yo… -vi de reojo a mi compañera. Estaba sonrojada y eso me enojaba. Se sacudió la tierra de la ropa y miró al hombre con cara de ensueño, como si estuviera viendo a un príncipe -estaba lista para saltar frente a Tokonome-san cuando lo vi de rodillas frente a mí compañera. Me disculpó como Gouverneur de Welter. Lo lamento
-N...No…-maldito.
-Por favor, usen los objetos que les trajeron. Es lo menos que podemos hacer
-Sí. Ver la cara de enamorada de Tokonome-san realmente hacia que se hirviera la sangre. Lo mataré, definitivamente lo voy a mata.
-Bien, y dicho esto…-Akira se puso de pie y se giró a ver a Lady Lady
-Qué lástima. Pensaba que podría luchar contra Akira-sama -tengo que admitir que también tenía ganas de luchar contra él, pero quería romperle esa cara de niño bonito que tenía. ¿Lo que siento son celos? ¿Por qué?
-Me temo que debo pasar. Odio el dolor. - Akira giro la mirada hasta donde estaba el resto de las “espectadoras” y sonrió. -¡Welter! ¡Nos retiramos!
-Entendido ¡Retirada! -¿En serio? ¿Así de fácil?
-¡Gouverneur! –no se veía muy satisfecha con la decisión tomada por el “gobernante” de la isla.
-¡Charlotte! ¡Sus órdenes no admiten discusión! -Vimos como todas las Welter abordaron los blindados y se perdieron la espesura del bosque. Eso estuvo cerca. No quería admitir que gracias a ese tal Akira la habíamos sacado barata.
-Salvadas de una muerte segura. -escuché a Rain a mis espaldas y eso me hizo recordar el beso. No puede evitar sonrojarme. Apreté el puño y me gire para poder golpearla -¿Y eso a que viene?
-¡Tomar los labios de otra, sin permiso!
-Sí que eres divertida -J dio una voltereta y se transformó nuevamente en arm. Sólo quería que se largaran. Cuando vi que Rain ya se había montado en el arm respire más tranquila.
-Me has caído bien...Shikishima Mirei. No envolveremos a ver. -después de todo lo que paso aún tiene el descaro de giñarme el ojo. La próxima vez las golpeaste, en serio.
-Lady Lady...Ese poder...son soldier -justo como yo.
La tarde cayó y con ella Meifong. Tenía mucho que explicar. Mientras dejábamos que las demás habitantes de Torino-san Town se encargarán de escarmentar a Meifong por su...”descuido” es quedarse corto, su GRAN metida de pata, Torino-san, Tokonome-san y yo fuimos a darnos un baño. Bien merecido lo tenía, me dolía el cuerpo por los golpes de Kasumi y las cuerdas de Angie. Sólo quería relajarme y olvidar lo de antes: a Charlotte, Kasumi, Lady Lady, Angie, pero en especial quería olvidarme de Hiragi Akira. Pero Tokonome-san no me daría tregua.
-¿El chico de antes? -había que admitir que el cuerpo de Torino-san era muy erótico para su posible edad.
-Sí. Torino-san ¿lo conoces? -Tokonome-san tiene el cuerpo de una niña en desarrollo pero eso no la hace menos atractiva. Aunque el hecho de que estén hablando de ese hombre no me causa nada de placer.
-Por supuesto. Es muy famoso.
-Ha...Háblame sobre él -vomitare.
-Vamos a ver…-Torino-san me dirigió una mirada extraña y luego prodigio -Se llama Hiragi Akira, mide 1.74 m, su sangre es tipo A+. Es el único hombre de la isla. Es la persona más famosa del castillo. He oído que tiene un poder fantástico como Liberator -eso último lo dijo mirándome fijamente, ¿estaba tratando de ponerme celosa? Lo está logrando, pero no por él, sino porque tiene absolutamente toda la atención de Mamori-san… ¡Y ni siquiera esta aquí!
-Ah, ¿sí?-vomitare, en serio que lo hago. Como sigan así realmente me voy a enfadar.- ¡Ah! ¿Liberator no es aquel que puede usar una arm?
-Eso es.
-Y yo soy más bien una exter, que puede convertirse en arm. -¡Suficiente! Lo voy a matar cuando lo vea ¡No me importa si toda la isla se levanta en mi contra! ¡Lo voy a matar! -¡Que ilusión!
-Bueno, Mamori-chan ¿Estás pensando que quieres ser su arm? -sencillamente Torino-san la tomó conmigo, cada comentario relacionado con ese hombre y Mamori-san en la misma oración la decía mirándome y riendo por mis reacciones.
-¡No, no se trata de eso! Yo sólo…
-O sea que si ¿eh?
-Pero...Esto...y Hiragi-san ¿tiene novia?-en ese momento apague mi cerebro. No quería seguir escuchando sobre “Hiragi-san”. Si volvía a saber algo de Hiragi Akira enloquecería. Terminamos de bañarnos y fuimos a cenar. Mamori aún seguía pérdida en sus  pensamientos, seguramente Akira seguí allí. Solté un suspiro herido y comí en silencio. Cuando termine me retire a la habitación que compartíamos bajo la atenta mirada de Torino-san y creó que también de Tokonome-san aunque no estoy segura, después de todo sólo había espacio en su cabeza para ese hombre. Tokonome-san vino detrás de mí, ya  que también había terminado. Dio las buenas noches a todas y me alcanzó. Cuando llegamos a la habitación y prendí la luz quede estupefacta...la habitación...estaba llena de fotos de él: Hiragi Akira estaba en nuestra habitación.
-Esto es… -mátenme.
-Jejeje. Me los ha dado Meifong para disculparse. Desde luego tiene de todo -maldita Meifong. ¿Cómo se supone que dormiré así? -Ah, con esto estaré siempre con Hiragi-san.
-Que pesadilla.
-¿Qué? ¿Has dicho algo?-¿qué tal si le digo la verdad? Vi su rostro lleno de ilusión y felicidad. No pude destruirlo
-No, nada -ya me encargaría de Meifong.
-Estoy muy cansada por todo lo que ha pasado. Así que me voy a dormir.
-Está bien -esperó poder dormir yo también. -esta noche sería la encargada de las luces, con algo de suerte por la oscuridad no me molesten los carteles. Me recosté en mi cama y cerré los ojos. Será horrible despertar mañana.
Pasaban las horas y definitivamente no podía dormir con él “viéndome”. Me gire a un costado y vi a mi compañera sonriendo. Eso me sorprendió, normalmente está llorando.
-Mmm...Hiragi-san -entonces entendí. Él sería la solución para las noches intranquilas de Mamori-san. Se le veía feliz y tranquila, tanto así que yo también Sonreí. Ok, si la hace feliz por mi está bien. Volví a girar, ahora más tranquila.
Un ruido extraño me despertó. Pensé que era mi compañera yendo al baño como hace casi siempre durante la mitad de la noche pero cuando mire hacia su cama me pareció que hace ya un rato que no estaba ahí. ¿Dónde está? Algo no estaba bien. Salí de las sabanas y me dedique a buscarla. No estaba en el baño, ni en el piso. Baje las escaleras y me di cuenta que la puerta principal estaba abierta. Torino-san no sería tan descuidada para dejarla abierta, alguien había salido...Mamori-san. Corrí hasta el bosque para poder encontrarla, estaba muy oscuro, no podía ver nada. Iba a cambiar de dirección cuando escuché un ruido familiar: un gemido. Yo lo conozco...es de...corrí hacia dónde venían los gemidos. Y fue cuando la vi. No puede ser...sentí como algo se rompió en mi pecho cuando vi como Tokonome Mamori-san, mi compañera, mi actual arm por decirlo de algún modo, se estaba masturbando. ¿Tanta era la necesidad que tenía por ese hombre? No sabía que hacer: si irme por donde vine y dejarla que termine o interrumpirla. Me iba a inclinar por la primera opción cuando sentí la presencia de alguien más. Busque con la mirada hasta que di con la persona. En el árbol que estaba justo arriba de mi compañera había una chica con el mismo uniforme que Angie. Charlotte. Pude ver que Mamori-san estaba apunto de llegar al orgasmo. Esa mujer quería a Tokonome-san como arm. No lo voy a permitir. Corrí hasta donde se encontraba Mamori, la tome entre mis brazos y la bese. La bese justo cuando llegó al orgasmo o ¿por qué la bese llegó al orgasmo? En fin, eso no importa. La luz se sintió cálida pero fría a la vez. No me sentía con las energías y ganas de siempre, de hecho estaba muy molesta.
-¿Por qué? ¿Cómo estás aquí?
-No tengo porque responderte –deje que notorio mal humor se viera.
-Desde luego, no sabes más que molestar. ¡Pero…! -esa chica bajo del árbol dando una voltereta en el aire, una vez en el suelo su arm volvió a tomar forma en su espalda -A mi arm no le hacen efecto los ataques de fuerza bruta -unas extrañas ondas comenzaron a salir del arm. Desde el Suelo emergieron unas formas humanoides que parecían ser masculinas, están hechas de tierra por lo que asumí que serían fáciles de derrotar: mi error. Cada vez que los cortaba, se regeneraban. Esto es malo, necesitó altura. Trate de esquivar los ataques de dos de esas cosas pero un tercero tomó mi pierna mi jaló al piso, corte la mano que me sujetaba para poder escapar pero se regeneró y no me dio tiempo. Los demás me tomaron piernas y brazos. ¿Qué demonios pensaban hacerme? Me di cuenta tarde de cuál era su objetivo. Querían mi cuerpo, iban a abusar de mí. Trate de liberarme pero no obtuve resultados. Abrieron mis piernas y sentí como uno de ellos se posicionaba ahí, esperando, otro rompió la playera que usaba de pijama y comenzó a tomar mis pechos muy duro. Lejos, muy lejos, de sentir aunque sea una minúscula sensación de placer sentía dolor y vergüenza. Sentí como tomaban del rostro de forma agresiva y me obligaba a girar mi rostro para encontrarme con los sucios labios de esa cosa. El muy asqueroso metió su lengua en mi boca ¡Que desagradable! Me gustara o no mi cuerpo me estaba traicionando, sentía la humedad entre mis piernas. Sentí como mis short también me eran arrancados. Entonces sentí el pánico; vi como el asqueroso miembro de esa cosa hecha de tierra se lubricaba con mis jugos. Un segundo ¿tierra? No sabe a tierra, de hecho no sabe a nada. Una ilusión. Tengo que salir de ella pero ¡ya! Trate nuevamente de liberarme pero no había caso. No me queda de otra, usando toda la fuerza que tenía logre soltar mi cabeza y cuando lo hice me mordí la lengua hasta hacerla sangrar. Levante mi arm y corte el aire dándole justo en el arm de mi enemiga - ¿Qué? ¿Has roto mis ataques mentales?
-Ya he visto el infierno ¡El real! -pase mi lengua por los rastros de sangre que tenía en la boca para poder limpiarla y de paso meterle miedo a la chiquilla sé que arrepentiría de por vida por jugar con mi mente.
-Pe… ¿Pero que eres?
-No te lo diré -lentamente me acerque a ella. ¿Te gusta jugar con las mentes ajenas? Te enseñaré lo que es el miedo.
-¡No! -trato de volver a hacerme caer en su juego mental pero corte las ondas con mi arm. Mamori, es más fuerte de lo que creí. -¡Los ha cortado! ¿Cómo? ¿Cómo tú, con una espada…?-un corte y se acabó.
-Mirei-san, ya desde día. ¡Ya, vamos, Mirei-san! -No quiero, aún tengo sueño. Después de haber acabado con el peón de Charlotte lleve a Mamori a nuestra habitación y la acosté. Luego de eso volví a donde estaban tanto la liberator y la exter y las lleve de vuelta al castillo. Había vuelto un poco antes del amanecer por lo que no había dormido nada. -¿Hasta cuándo vas a seguir durmiendo?
-Perdona -apenas pude abrir un ojo, se veía radiante.
-¡Vamos, Mirei-san! ¡Eres más vaga de lo que parece!
-Lo siento -dije un poco más despierta.
-He tenido un sueño maravilloso. ¡Y todo gracias a estos posters! ¡Es broma! -bueno, al menos está de buen humor. Hasta diría que  le sentó muy bien el que se masturbará. -Vamos, Mirei-san, arreglaré. Que hay que ir a ayudar a Torino-san y llegamos tarde.

-Sí, enseguida. –por ahora lo dejaría pasar. Solo porque realmente me gusta la sonrisa de Mamori-san, se ve preciosa sonriendo.

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