sábado, 5 de diciembre de 2015

Valkyrie Drive Mermaid: Liberator ~cap 2~



Capítulo 2: Virginia Road.

Explosiones por doquier. La ciudad en ruinas. Fuego. Destrucción. Sólo eso me rodeaba, tenía una misión: acabar con los objetivos, destruir las armas de guerra y acabar con el ejército opositor. ¿Por qué sigo haciendo esto? Se supone que el trató había acabado ya. Los misiles pasaban junto a mí, pero yo ya estaba acostumbrada a la muerte, no tenía miedo. Cumpliría esta misión y sería libre al fin. Frente a mi había un meca, vi cómo se preparaba para lanzar sus misiles. Impacto. Aunque no en mí. Use el impulso para llegar hasta las ventanas de un edificio vecino y esquive los disparos que venían hacia a mí. Cuando estuve sobre mi objetivo salte encima, y justo donde se encontraría el piloto clave mi arm. Probablemente agregue una muerte más a mi lista. Seguí corriendo hacia los mecas que se encontraban justo detrás. Me estaba disparando todo su arsenal, tenían miedo, y hacia bien en temerme. Dos menos. Queda uno. Vi como un hombre bajaba de una tanqueta y corría para poder salvar su vida, pensé en acabar con él pero mi prioridad eran las armas de guerra así que lo destruí. Estoy agotaba. Frente a mí se encontraba el hombre, vi el pánico en sus ojos, miedo a morir. Tengo que acabar con él y acabar la misión. Volví a mirarlo, era relativamente joven, quizás con familia...no puedo. Dude. El hombre se puso de pie y corrió lejos de mí. En mi distracción unos misiles impactaron a mis espaldas. La transformación se deshizo. Me levante y vi a mi compañera ser rodeada por militares. Estaba muy lejos y cansada para hacer algo. “Ayúdame”. Era los que me decían sus ojos. En un momento de desesperación trate de alcanzarla. Pero no lo logre. Ellos...ella…
Desperté sobresaltada. ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? ¿La chica...Tokonome-san? ¿Qué paso? Trate de hacer memoria, entonces recordé. Nos  separaron. A mí me atraparon con una especie de látigos y me bajaron por la plataforma por donde salió esa chica del parche y… Tokonome-san... no sé qué paso con ella. Una mujer sádica apareció en la zona de duelo, alguien que simplemente no quería conocer.
-Esplendido -los muros bajaron y dejaron la vista a una mujer alta, más proporcionada que yo, larga cabellera rosada y un traje de sargento o comandante en versión femenina y muy extravagante; me puse frente a Tokonome-san para  protegerla de esa mujer -Derrotaste a un grado A como Saejima con suma facilidad.- Aunque su atención estaba fija en esa Saejima que estaba en el suelo. Levantó su pie y enterró su tacón de aguja en la mano derecha de ella. La estaba castigando. Esa era la mano donde estaba el arm. -Que desagradable. Sobreestimaste tu propia capacidad y te intoxicaste con ella…-cada vez enterraba con más ganas el  tacón, a este paso le rompería la mano o se la atravesaría. -Por culpa de una compañera como tú, las hexe se están riendo de nosotras –CRUSH. Le rompió la mano….
-¡Ya basta! ¿Por qué haces algo tan terrible?
-Esto no es asunto tuyo.
-Aunque no lo sea, ¡No puedo fingir que no lo veo! - esta chica… -En todo caso, quita el… -Corrí hacia esa mujer antes de que me diera cuenta. No soporte ver el rostro triste de mi “compañera”. Vi como esa mujer se volteaba y trataba de atacarme. ¿Garras? Logre esquivarlas por muy poco. Me confié... demasiado... sentí una cuerda apresar mi muñeca, iba a liberarme pero me vi apresada. Una chica de pelo corto con una curiosa arm apareció detrás de la otra mujer,  ella me había apresado. Levantó un látigo y comenzó a golpearme. ¡Maldita zorra!
-¡Para! ¡Para por favor! -Tokonome-san llegó hasta a mí, era muy peligroso. Si la golpean a ella no me lo voy a perdonar -¿Estas bien? -duele... tengo que sacarnos de aquí. Me voltee dispuesta a volver a ejecutar el drive pero se alejó de mi… ¿que estoy haciendo? es una niña -¿Po... por... por qué has  hecho eso? Si las dos somos chicas… -Iba a responder cuando la misma cuerda que me apresaba y me había golpeado atrapaba y alejaba de mí a Tokonome-san. Como pude me libere y fui en su ayuda. En mi cabeza apareció la expresión de ella... no dejaría que nadie volviera a sufrir por mi culpa. Trate de alcanzarla pero me vi siendo lanzada a la plataforma. Lo último que recuerdo era su expresión de preocupación por mí. Luego... nada... estoy encadenada a una pared. Tengo que liberarme y encontrar a Tokonome-san. Escuche como la compuerta que estaba gente a mí se abrió. Eran las chicas de la playa.
-Hola. Buenas tardes. -tenían una espada de kendo en las manos. Al parecer los azotes no fueron suficiente castigo. Cobardes. Si estuviera libre no venderían tan confiadas.
La liberator se acercó a mí y comenzó a golpearme. Estaban lesionadas, sus golpes a pesar de que eran fuertes no me hacían gran daño. No sé cuánto tiempo estuvieron golpeándome pero cuando se cansaron se retiraron de la habitación con la promesa de que volverían. Malditas perras...cuando salga de aquí me encargare personalmente de ellas.
Luego eso creó que perdí el conocimiento o me quede dormida. No sé cuánto tiempo paso pero una voz me despertó. Me duele todo.
-¡Marchando! -¿Y ahora qué? ¿Quién es esta? -No pongas esa cara tan terrible. He venido a salvarte -¿A salvarme? ¿Por qué? -El motivo es sencillo. -La chica se veía joven, menor es la palabra correcta. Sacó de su cintura una herramienta tipo taladro y comenzó su trabajo de liberarme -El agradecimiento de la apostadora jefa, que ganó un montón de dinero gracias a vuestra pelea de ayer. Ha sido peligroso, ya puedes estarme agradecida. -¿Agradecida? -Pero que pecho más enorme ¿Es que te has metido algo? -la chiquilla tomo entre sus manos y comenzó a tocar mi busto -¡Pero si es de verdad! -¿Enserio esperaba que me hubiera puesto algo? ¡Tengo 15 años! -Que no pongas esa cara. -En cuanto sentí que mi muñeca estaba casi libre me libere yo misma, no quiero deberle nada a nadie. Le quite el taladro y trate deliberar mi otra muñeca.-Ay, Ay,  Ay. No te enfades así. No te he quitado nada -sencillamente no quería seguir escuchando, sólo quería saber si
Tokonome-san estaba bien. -Lo siento mucho ¿Y si para disculparme te digo donde está la chica de ayer, me perdonas? -ahora si me interesa lo que digas. La tome de la camisa que llevaba como peto alzándola.
-¿Donde?
Tengo que llegar a lo más alto de la torre central del castillo. Ahí están llevando acabó las “nupcias” Tokonome-san y una tal Nukui;  es imposible que esto sea con el consentimiento de ella. Además, según me dijo Meifong la ceremonia tenía TODO lo que implica una boda, eso incluye la primea noche. El sólo penar que alguien tocaría su pequeño cuerpo me hacía hervir la sangre. Haz que llegue a  tiempo. Ya faltaba poco, casi llegaba. Desde lo más alto pude ver como una chica de pelo negro y largo iba a golpear a Tokonome-san. No pude soportar siquiera la idea de que le levantara la mano.
-¡No! -Sólo salte al interior rompiendo la ventana, no me importó si me cortaba, sólo quería hacer que esa mujer se arrepintiera de levantarle la mano a mi “compañera”.
-¿Tu? -fui al encuentro de Nukui y de un golpe la mande a dormir cuando chocó contra una baranda.
-¿Eh? -tome en brazos a Tokonome-san dispuesta a sacarla de allí.
-Vamos. Venga.
-¡Sí!
-¿Dónde creéis que vais? -la puerta principal se abrió y aparecieron mis dos dolores de cabeza. -Que traicionera eres. Hay que ver… ¡Si escapaste de la sala de castigo!
-Esto...la violencia… -¿no quiere que use la violencia?...está bien…
-A cambio….
¿A cambio? -al principio se sorprendió pero luego entendió que si queríamos salir de allí teníamos que trabajar juntas. Su atención se dirigió a mis labios. De verdad que es linda mientras se sonroja. Al parecer estaba meditando la idea…ojala no tarde demasiado. Al final acepto. Estiro los labios hacia a mí, esperando que la besara. No desaprovecharía esta oportunidad.
La bese de forma tierna. Iba a pedir acceso a su boca pero ella me lo concedió. Algo pasó que la última vez no: me estaba correspondiendo. No pude  evitarlo. Una parte de mí se emocionó, comencé a tocar su pezón de forma tierna y delicada pero sin dejar de lado la pasión que sentía por ella. No sabía hasta donde la había tocado esa tal Nukui, pero quería borrar todo rastro de esa mujer del cuerpo de mi compañera. Sentí como su espalda se ponía tensa y poco después se arqueaba.
-¡Kya! -lo había alcanzado: el orgasmo.
-Fusión trans. ¡Liberate arm! -esa luz que denotaba cuando un exter se había transformado nos envolvió, pero esta vez era distinta, más cálida.
-Angie.
La chica con la extraña arm se lanzó contra mí, no dejaría que me atrapara como la última vez, pero tampoco podía hacerle nada. Lo había prometido. Corte las cuerdas que lanzó contra mi salte hacia Angie, pero no tenis intenciones de faltar a mi palabra.
-No puedo ser tu rival. Lo he prometido - caí al suelo dejando a la otra chica arriba. Clavé el arm en el suelo y se activó un dispositivo que hizo que si forma cambiara. Las cuchillas se abrieron y dieron forma aún tipo de propulsor, una gran cantidad de energía se comenzó a formar. Era una buena idea, usaría la energía para sacarnos de aquí. La energía se disparó con fuerza haciendo que saliéramos eyectadas por el techo de esa iglesia. Trate de controlar lo mejor posible nuestro destino. Tal parece que el único lugar alejado y “seguro” era la playa. Pero algo me decía que no sería la última vez que vería a esa mujer de pelo rosado y horrible actitud.
Aterrizamos en la playa, entre unas estructuras rocosas para ser exactas. Mire a nuestro alrededor. No estábamos a la vista pero tampoco es que no estuviéramos expuestas, serviría hasta que pensara en que haríamos. La transformación se deshizo y Tokonome-san apareció a mi lado. Camine hasta una roca frente al mar y espere a que ella me siguiera. Lo cual hizo, se sentó justo en la roca que estaba junto a mí. El atardecer es precioso. Aunque puedo pensar en algo más lindo ahora.
-Esto...Muchas gracias por salvarme. -sentí su mirada sobre mis muñecas, seguramente Un tendría las marcas de las  cadenas-¿Te duele? -aunque sabía que estaba preocupada no esperaba que me preguntara si estaba bien... tampoco quería preocuparla. Sólo negué con la cabeza -Ahora que lo pienso, no nos hemos presentado como es debido. Me llamó Tokonome Mamori. Voy en segundo en el Instituto Sakura. Tengo 16 años.- ¿Es...una broma no? ¿16? ¡Pero si se ve menor! -Esto… ¿Y tú qué?-sacudí la cabeza para volver a centrarme. -¿Cómo te llamas?
-Shikishima Mirei. Tengo 15...años.-Me siento mal por haber pensado que era una niña, y me siento mal por haber casi abusado de alguien mayor. Dios, me siento fatal.

-¿Eh? ¿Así que te llamas Mirei-san?-vi cómo me sonreía, seguramente no le molesta mi apariencia sobre desarrollada -¡¿Eh?! ¡¿Q...Quince?! -hable muy pronto. -¡Eres…! ¡Eres…! ¡Eres…! ¡Eh! ¡Eres más joven que yo!

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